Mientras que el PIB del segundo trimestre de Francia ha mostrado que la economía se ha estancado en el segundo trimestre. El consenso esperaba una ligera subida trimestral del PIB del 0,1%.
"El problema es que ambas economías representan aproximadamente la mitad de la producción económica de la zona euro. Italia, la tercera economía regional más grande, ya está de nuevo en recesión", recuerda CNN Money en un artículo.
Francia por su parte redujo su pronóstico de crecimiento para este año a la mitad, a sólo el 0,5%, tras seis meses de un crecimiento prácticamente plano. Y aunque está menos expuesto a la crisis de Ucrania, la inversión se ve frenada por la falta de avances en la reforma de su economía.
Por su parte, Italia publicaba a inicios de agosto que su economía volvía a entrar en recesión inesperadamente. Según los datos del PIB para el segundo trimestre publicados por Istat (instituto nacional de estadísticas del país), cayó un 0,2% de los primeros tres meses del año, tras la contracción del 0,1% del primer trimestre, por lo que su economía entró en recesión (que se define por dos trimestres consecutivos de contracción). En todo caso, desde junio, Occidente ha impuesto sanciones mucho más severas a Rusia, y Moscú ha respondido con la prohibición de las importaciones de alimentos. Así, la escalada de la tensión y su impacto en la economía rusa, podría significar más dolor para los exportadores europeos y un mayor riesgos de inflexión en la recesión de la región, destacan en el artículo.
"El miedo de que la economía se encamina hacia la recesión, una vez más, no está siendo ayudado por los acontecimientos en Ucrania y la posibilidad de otras sanciones que tienen un impacto negativo en el actual trimestre", afirma Simon Smith, economista jefe de FxPro.
Esto, sumado al hecho que un estancamiento de la economía podría empujar aun más a los precios a la baja en una región que ya lucha para evitar la amenaza de la deflación ponen nuevamente al BCE el ojo de la tormenta.