BME está construyendo un camino de recuperación desde octubre que apunta a máximos anuales e históricos.
Hay que destacar el esfuerzo de recuperación de las acciones de
BME desde octubre. Tras hacer un mínimo en la zona de 27,50 euros, emprendió un camino alcista en el que no ha mostrado dudas, pues respeta a la perfección una directriz alcista. Así pues, desde el mencionado nivel
BME ha recuperado un 20% y técnicamente se aproxima a una zona clave, los 33,50 euros, en la que se cruzarían la reciente directriz alcista con la bajista que parte de junio. Si BME se coloca por encima de este nivel, su siguiente objetivo sería volver a marcar máximos históricos –descontados dividendos- en los 35,60 euros, nivel alcanzado en junio de este año.
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Además, así mejoraría su tendencia de largo plazo, la cual, nuestros
indicadores técnicos aún nos advierten de que es bajista, pues
la media de 200 sesiones se sitúa por debajo de la de 40.
Ahora bien, la superación de los 33,50 euros no se plantea liviana, pues en esta zona hizo un hueco a finales de julio y, además, el valor acumula sobre compra (RSI por encima de 60), por lo que
podría tomarse un descanso antes de perforar sin miras esta resistencia clave.
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