Los analistas de Barclays tuvieron algunas reuniones en China la semana pasada y su sensación, según apuntan en una nota a inversores, es que lo peor para el cobre podría haber pasado ya –o estar muy cerca de pasar-. Afirman esto porque los usuarios finales de este metal, como podrían ser las fábricas de cables, tienen unos inventarios en mínimos, con lo que las compras podrían incrementarse si la actividad industrial se normaliza, apuntan en la firma.
Con todo, los expertos del banco creen que las preocupaciones sobre el estado de la economía china y el exceso de stock podrían reducir en una cierta parte sus previsiones para el precio del cobre en el segundo trimestre del año que ellos estimaban en 7.300 dólares la tonelada.
Apuntan que les “recuerda a lo sucedido en 2013, cuando los precios del cobre cayeron en el segundo trimestre cuando se iniciaron los temores a una caída del PIB chino para luego recuperarse cuando la demanda sorprendió al alza”, aseguran.
Los economistas de Barclays creen que el primer trimestre de este año va a marcar el punto mínimo del crecimiento chino y prevén un “crecimiento secuencial en los próximos trimestre”. Y añaden que “ si el gobierno se apoya de nuevo en algunas inversiones determinadas para proteger el crecimiento, podría ser positivo para la demanda de mentales”.
Sobre esto creen que la ecuación beneficio/ riesgo a estos niveles es atractiva para la compra de cobre.