Por ahora, sólo podrán disfrutar de esta medida los nacidos entre 1949 y 1952 y exige una contribución de 45 años, por lo que tendrían que haber empezado a trabajar a los 18 años. Esto excluye a todas las personas que realizaron estudios universitarios y tardaron más tiempo en incorporarse al mercado laboral.
EL GRAN PROBLEMA DE LAS PENSIONES Y LA DEMOGRAFÍA
Los problemas demográficos no solo acechan al sur de Europa. Al igual que ocurre en España, Alemania espera tener en 2030 una presión demográfica más grande por la caída del número de trabajadores y un fuerte incremento de la población de más de 63 años.
En el caso español, los cálculos de la Seguridad Social sitúan a 2,4 cotizantes por cada jubilado, cuando el ratio que permitiría un equilibrio sostenido del sistema está en el 2,5. De hecho el Gobierno creó el Fondo de Reserva, conocido como hucha de las pensiones, para poder recurrir a ese montante cuando las cuentas no cuadrasen, como ha ocurrido este mes.
Cuando Alemania instauró a finales del siglo XIX los subsidios de jubiación, había que llegar a los 70 años de edad, aunque en aquella época el índice de supervivencia era mucho más bajo. En la actualidad, la jubilación estatal es percibida como un derecho y los avances científicos y tecnológicos han disparado la longevidad.
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