Uno de los factores a tener en cuenta es que, tras la pausa del verano y la incertidumbre sobre los aranceles, todo parece indicar que el Banco Central Europeo (BCE) retomará los recortes de tipos en lo que queda de 2025. Teniendo en cuenta la elevada ‘bancarización’ del IBEX 35 y que ha sido precisamente el sector financiero el principal motor del índice este año, esto añade una dosis de prudencia a las perspectivas para los próximos meses.
Los bancos españoles generaron en 2024 unos resultados históricos gracias a las subidas de los tipos de interés y el crecimiento económico del país, apoyado en los servicios y el turismo. Y este año, aunque ya hemos asistido a varios recortes de tipos en Europa, el ciclo de bajadas de tipos se ralentizó algo más de lo que se esperaba hace unos meses, “lo que ha dado margen a las compañías del sector para seguir obteniendo beneficios récord”, explica el analista de mercados Manuel Pinto. La entrada de capital de los inversores internacionales en busca de “oportunidades atractivas que les permitieran diversificar sus carteras de EEUU ha sido también un fuerte apoyo en su cotización”.
En el momento de escribir este artículo, el índice IBEX 35 BANCOS acumula una revalorización en 2025 de casi un 80%. “Los altos dividendos ofrecidos a los accionistas, la expectativa del crecimiento del crédito y las comisiones cobradas por la volatilidad de los mercados, junto con las recompras de acciones, y un precio en bolsa atractivo comparado a sus activos a nivel contable han sido algunos de los argumentos que han explicado estas alzas”, explica Pinto. Las emisiones de deuda anunciadas de los países europeos, especialmente en el caso de Alemania, “han sido otro punto que ha servido de aliciente al sector. La impresión de dinero, genera aumentos de inflación, que deberían de elevar los actuales niveles de inflación en el futuro, lo cual limita a los bancos centrales a continuar con sus políticas monetarias expansivas que limiten su principal fuente de negocio”.
Sin embargo, lo que queda de año podría ser “desafiante”, ya que el sector bancario “se enfrenta a un entorno de tipos de interés bajos y donde ya no se beneficiará de la imputación trimestral del impuesto a la banca”. Pinto destaca que el margen de intereses ya empieza a mostrar un deterioro, si bien se está pudiendo compensar en parte por las comisiones cobradas debido a la elevada volatilidad de los mercados. “En cualquier caso, creemos que el sector ha tocado techo”, piensa Pinto.
A los bancos “les será más complicado seguir destacando en bolsa, al menos tanto como hasta ahora, si el crecimiento económico se ralentiza y bajan más los tipos”, abunda Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities. No obstante, “si el crecimiento económico se mantiene, es posible que aumente la demanda de crédito con los tipos más bajos, lo que aumentará el negocio tradicional de los bancos”, cree el experto. Esto podría “compensar unos menores márgenes, lo que permitiría a los bancos defender sus resultados”. “Dependerá, por tanto, de cómo evolucione la economía”.
Fernández-Figares explica que las bajadas de tipos favorecen principalmente a dos tipos de valores. En primer lugar, “los valores defensivos (utilities, infraestructuras , inmobiliarias patrimonialistas, telecos, etc), cuyos negocios suelen ser intensivos en capital y, por tanto, suelen ser compañías endeudadas; unos menores tipos les favorecen ya que pagan menos intereses”. Además, “son compañías que, por tener gran visibilidad en sus resultados (sus productos y servicios tienen una demanda muy inelástica; son de primera necesidad) suelen ofrecer atractivas y estables rentabilidades por dividendo, lo que les hace más interesantes cuando bajan los tipos”.
Pero también “los valores de crecimiento, cuyas valoraciones dependen en gran medida de su capacidad futura de generación de caja; si los tipos bajan esos flujos futuros se descontarán a una tasa inferior, lo que beneficia sus valoraciones teóricas”.
Pinto pone énfasis en las utilities, que es otro sector clave que explica el buen comportamiento del Ibex 35 hasta ahora. “De cara a los próximos meses creemos que la volatilidad será una de las señas de identidad de los mercados, y su carácter defensivo les permitirá destacar respecto al resto”, señala el analista de mercados. “La subida del euro, sus altos dividendos, y el creciente optimismo sobre la inteligencia artificial, que hace necesarias que las compañías del sector abastezcan de energía los centros de datos, serán otras de las justificaciones que podrían impulsar su cotización”.
Nombres propios de la Bolsa española
Entrando más en detalle en nombres propios, Manuel Pinto cree que hay tres valores que pueden destacar sobre el resto.
El primero de ellos es Puig Brands. El crecimiento de Puig en el primer trimestre fue superior al del mercado, con un incremento interanual del 7,8% frente al 0,4% de los principales competidores y al 4,4% de L’Oréal, líder del sector de belleza. “Sin embargo, la cotización no lo refleja”, destaca el experto. Actualmente cotiza a unas 15 veces beneficios de 2025, frente a las 22 veces del sector, lo que supone un descuento del 30%. “Creemos que sí Puig logra dos buenos trimestres consecutivos, los inversores volverán a interesarse por la empresa”.
En el sector energético, Pinto destaca a Solaria. “La compañía tiene dos catalizadores: el precio de la energía y los cortos”, explica. El precio medio de la energía en el mercado al contado en el primer semestre de 2025 fue un 58% superior al mismo periodo del año anterior. Esto, sumado al alza de los futuros, indica un panorama más sano para las energéticas. Por otro lado, los cortos representan además del 10% del capital flotante de Solaria, lo que implicaría que tardarían casi 7 sesiones en cerrarse, dado el volumen negociado. “El riesgo de short-squeeze es claro”.
En el Mercado Continuo, otra de las apuestas de Pinto es Neinor Homes, ya que “no podemos ignorar la situación del mercado de la vivienda en nuestro país”. El mercado español sigue tensionado y se ha creado un déficit de más de un millón de viviendas en los últimos años, buena parte desde 2022. Se espera que en los próximos años haya 2 familias compitiendo por cada hogar. “Neinor cuenta con una gran cartera de banco de suelo en zonas de alta demanda, que alcanzará 43.000 viviendas con la compra de Aedas Homes. Además, podría otorgar una rentabilidad por dividendo de casi el 10% anual hasta 2027”, señala el analista.
Volviendo al Ibex 35, el valor de mayor capitalización, Inditex, “se encuentra en un periodo de transición en el que el crecimiento de los ingresos se ralentiza”. Por otro lado, “seguimos encontrando oportunidades en IAG (Iberia) puede seguir beneficiándose de unos bajos precios del petróleo, que le permitirá aprovecharse del apalancamiento operativo para incrementar sus beneficios”.
Oportunidades en Wall Street
Si se pone la mirada al otro lado del Atlántico, Wall Street ha visto como el S&P 500 ha conquistado ya varios máximos históricos este año a pesar de las incertidumbres relacionadas con la política arancelaria de Donald Trump. El Gobierno de EEUU ha logrado importantes acuerdos comerciales con socios como la Unión Europea o Japón, mientras que las negociaciones con China parecen más complicadas. Pero, al menos, ambas partes se han dado un plazo hasta mediados de noviembre para intentar llegar a un acuerdo que evite los gravámenes más elevados.
El foco vuelve a ponerse ahora en la política monetaria. Trump está presionando a la Reserva Federal y a su presidente, Jerome Powell, para que baje los tipos de interés, incluso llegando al insulto en algunas ocasiones. Pero lo cierto es que la institución se encuentra en un brete, ya que los aranceles amenazan el crecimiento económico al tiempo que estimulan la inflación.
Hasta el momento, Powell ha dejado sin cambios los tipos durante todo 2025, pero la situación podría cambiar en los últimos meses del año. En el momento de elaborar este artículo, el mercado da por descontado un recorte de tipos en la reunión de septiembre, según la herramienta Fedwatch de CME Group, tras unas cifras de inflación más amables de lo esperado y unas del mercado laboral preocupantes. De hecho, casas de análisis como la de Goldman Sachs prevén hasta tres recortes de tipos en lo que queda de año, de 25 puntos básicos cada uno.
Históricamente, la caída de las tasas de interés ha impulsado ligeramente el mercado bursátil estadounidense, pero lo que realmente importa es el crecimiento de las ganancias. “Cuando las ganancias son positivas y están creciendo, eso es positivo para las acciones”, de acuerdo con Denise Chisholm, directora de Estrategia Cuantitativa de Mercados de Fidelity.
Y de momento las ganancias parecen aguantar. En el segundo trimestre del año (con el 90% de compañías habiendo presentado), el incremento medio del beneficio por acción (BPA) en el S&P 500 ha sido de un 13,2%, frente al 5,8% esperado antes de la publicación de la primera compañía, según los cálculos de los analistas de Bankinter. Baten resultados el 80% de las compañías, decepciona el 16% y el restante 4% está en línea con lo esperado. En el primer trimestre, el BPA aumentó un 13,6%, frente al 6,7% esperado antes de la publicación de la primera compañía.
Si finalmente bajan los tipos, los valores que se beneficiarán más de ello serán los defensivos y los de crecimiento, insiste Fernández-Figares, que recuerda que en el caso de Wall Street, “entre los valores de crecimiento sobresalen los tecnológicos”.
En todo caso, y más allá de lo que ocurra con los tipos, Pinto cree que “la tecnología podría hacerlo mejor que el propio índice”, ya que “hay más catalizadores positivos que negativos que ayudarán a impulsar el precio de las acciones de las compañías”. No solo “la inteligencia artificial sigue en auge”, sino que “la debilidad del dólar beneficia principalmente a las grandes empresas de la industria que generan más del 50% de sus ingresos en el extranjero”. “El crecimiento de la deuda es también un aspecto positivo para el sector, dado que se espera que parte de los recursos puedan destinarse al crecimiento de la productividad y de ello se deberían de aprovechar las empresas tecnológicas”, añade el experto.
Invertir en otros activos: ¿Deuda, Bitcoin?
Mirando más allá de la Bolsa, hay otros activos que pueden suponer una oportunidad de inversión en el entorno actual. “Los bonos deberían salir beneficiados si los tipos siguen bajando”, cree Fernández-Figares, si bien aclara que “ello dependerá mucho de cómo se comporte la inflación, algo que no está tan claro en estos momentos debido al impacto en esta variable de las famosas tarifas”.
Pero Pinto pone un punto de prudencia sobre la inversión en deuda. A su juicio, mientras los gobiernos siguen pensando en aumentar el gasto público y la deuda, los inversores van a demandar una mayor prima por invertir en los bonos de gobierno, principalmente en los de largo plazo. “Aunque en EEUU somos positivos con los tramos más cortos de la curva, debido a su alta rentabilidad y la posibilidad de ver recortes de tipos, la volatilidad de la divisa nos limita”, explica.
En los tramos más largos de la curva, las decisiones de política monetaria no son tan importantes. “Tenemos que tener en cuenta diversos aspectos, como son las expectativas de crecimiento, de inflación, la productividad o la propia oferta y demanda, factores que impactarán al alza según nuestras perspectivas a la deuda americana. Los vigilantes de bonos están muy atentos a las políticas fiscales de países como Reino Unido, EEUU o Japón, lo cual puede suponer un efecto contagio al resto de regiones del mundo”.
Pinto destaca el Bitcoin, “un activo creado con el objetivo de estar fuera del control de los bancos centrales y gobiernos, y que aprovecha que el incremento de la deuda debilita la divisa americana favoreciendo activos con oferta limitada como es su caso”. Además, el crecimiento de la demanda institucional y minorista gracias al aumento del mercado de valores, la adopción de los ETF y una regulación más favorable por parte del gobierno “están haciendo un favor a sus inversores”.
Incluso las disputas comerciales de EEUU también puede originar que algunos países acaben incorporando Bitcoin en sus reservas, como así están haciendo con el oro, para “limitar su dependencia de los bonos del Tesoro de EEUU y el dólar”. Las empresas también son otro motivo de alegría para los inversores del Bitcoin, cada vez hay un mayor interés en el mundo por incorporar Bitcoin en las reservas corporativas copiando una estrategia muy identificada en la empresa Microstrategy.
“También nos parece interesante el Oro”, añade Pinto. Nuevos datos publicados muestran que el metal amarillo superó al euro el año pasado para convertirse en el segundo activo de reserva más grande del mundo entre los bancos centrales globales, “luego de una ola de compras récord”.
“En una época política débil, en la que se cuestionan muchos de los supuestos fundamentales sobre la economía global, el oro se ha convertido una vez más en un ancla”, explica el experto. “La guerra comercial que libra el presidente estadounidense Donald Trump, combinada con las crecientes tensiones geopolíticas y las preguntas sobre el papel a largo plazo del dólar estadounidense, han contribuido a un vertiginoso repunte del oro, que ha tomado por sorpresa incluso a sus propios impulsores, y que creemos que podría continuar”, concluye Pinto.