Durante los últimos tres años los diferenciales de los bonos emergentes emitidos en divisa fuerte se han ampliado significativamente mientras las divisas han sufrido devaluaciones significativas, reduciendo el apetito de riesgo de los inversores a medida que se ralentizaba o incluso invertía el crecimiento global. Sin embargo, dado que los actuales tipos de interés en EE.UU y Europa están en niveles muy bajos o incluso negativos unido a que parece que van a quedarse así durante un tiempo prolongado, la renta fija emergente vuelve a llamar la atención de los inversores
debido a que su valoraciones son relativamente mejores con unas rentabilidades significativamente más atractivas.



De hecho, dicho cambio de tendencia, explica Pablo Goldberg desde BlackRock, tenía lugar rápidamente en el año, antes de que los mercados se preocuparan realmente por el Brexit. En primer lugar llegaban mejores noticias por parte de China, acostumbrados a ser durante mucho tiempo una fuente importante de volatilidad e incertidumbre y, por fin, mostraba señales de estabilización en la primera mitad del 2016, aunque con un ritmo de crecimiento menor que en el pasado. Pero ni siquiera el Brexit, valorado inicialmente como negativo para los mercados, conseguía debilitar el momentum de los mercados emergentes. “Resulta interesante el buen comportamiento de los mercados emergentes desde el voto del Reino Unido,” dice Goldberg. El voto y la consiguiente volatilidad reforzaron la convicción de que la FED y otros bancos centrales mantendrían los tipos bajos aún más tiempo. El rebote ha sido importante. La renta variable emergente ha subido un 9% desde el 23 de junio, frente al 3,3% del S&P 500. La renta fija emergente subía un 5% y un 4% para divisa fuerte y divisa local, respectivamente. Estas son buenas razones para creer que la recuperación vaya a ser sostenible, pero la selección será clave de ahora en adelante, piensa Goldberg.

A medida que los vientos en contra cambian para convertirse en vientos a favor, se ven muestras de recuperación en ciertos mercados como Brasil y Rusia, que fueron los que más sufrieron durante la desaceleración. Incluso Brasil ha publicado su primer mes de crecimiento positivo en dos años y su primera balanza positiva por cuenta corriente desde 2009. El empuje ya se está notando en los mercados de divisas internacionales, dando opción a sus respectivos bancos centrales de recortar tipos si fuera necesario. Es posible que Brasil y Colombia se unan a este club más tarde en el año. A medida que los mercados emergentes se recuperan, los inversores van recibiendo rentabilidades de dos dígitos tanto en deuda gubernamental emitida en divisa fuerte como en divisa local. El equipo de renta fija emergente de BlackRock prevé que la recuperación se consolide aún más. Las entradas estructurales a este tipo de activo han vuelto, justo cuando el Brexit acentuaba la búsqueda y escasez de rentabilidad a nivel global. Según datos de Bloomberg, las rentabilidades agregadas de renta fija emergente en divisa fuerte rondan el 5%.

La combinación de factores de empuje (por ejemplo rentabilidades en terreno negativo y una política monetaria expansiva en los mercados desarrollados) y factores de atracción (como lo es la estabilidad de los precios de las materias primas y las perspectivas positivas sobre el crecimiento y balances exteriores) son lo suficientemente relevantes como para impulsar la inversión en mercados emergentes.  “No es necesaria una subida de precios en materias primas ni un mejor crecimiento de China para ver flujos hacia deuda de los mercados emergentes. Una confirmación de los niveles actuales sería suficiente para que los inversores incremente su exposición,” dice Goldberg.



Dentro de la gama de fondos de deuda emergente, BlackRock destaca una serie de soluciones que se diferencian entre sí por el resultado que ofrecen al inversor: el BGF Local Currency Bond Fund ofrece tanto rentas atractivas como revalorización a través del comportamiento de la divisa, lo cual puede ofrecer un empuje a cualquier cartera en caso de que disminuya la volatilidad. El BGF Emerging Market Corporate Bond Fund  y el BGF Emerging Market Corporate Bond Fund son fondos de crédito que buscan ofrecer rentabilidades mediante rentas y una compresión de los diferenciales sin riesgo de divisa.

Por último, si los inversores están buscando un enfoque algo más descorrelacionado, deberían combinar varias de estas estrategias de un modo más flexible, y por tanto considerar el BGF EM Flexi Dynamic Bond Fund, un fondo de retorno absoluto que puede invertir tanto en deuda gubernamental como corporativa a través de divisa local y fuerte.