El Gobierno heleno ha optado por seguir la línea reconocida este jueves por el Fondo Monetario Internacional en un informe en el que definía la deuda de Grecia como "insostenible". El organismo presidido por Christine Lagarde aseguraba que una quita era algo "inevitable" y hablaba de unas necesidades de financiación del país en 51.900 millones de euros, de los que Europa debería aportar 36.000 millones.


El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha reconocido la necesidad imperiosa de un quita de deuda para su país del 30%, lo que supone una condonación de 95.000 millones de euros.
Grecia cuenta con un porcentaje de deuda sobre PIB del 180% y, de producirse, esta quita aliviaría algo la situación griega pues caería hasta ser el equivalente al 125% de la economía del país. La deuda griega actualmente asciende hasta los 317.000 millones de euros y quedaría reducida hasta los 222.000 millones. 



REFERÉNDUM
Con respecto a la votación de este domingo, Tsipras asegura que la pertenencia de Grecia dentro de la zona euro no es algo que se juzgue este domingo. "Un voto en 'no' no constituye un Grexit". 

El primer ministro griego ha pedido a la población que vaya a acudir el domingo a las urnas "calma" y a decir "no" ante el chantaje, los ultimátums y para poder decidir calmadamente el futuro del país. 

Según una encuesta del instituto demoscópico Alco para el periódico Ethnos, el 44,8% de los griegos respalda el "sí", y apoya por tanto la propuesta de acuerdo presentada por los acreedores, frente al 43,3% que lo rechaza.

El porcentaje de indecisos alcanza un 11,8%.