En su opinión, ¿Es sostenible el actual sistema público de pensiones en España?
Es una pregunta que es difícil de responder un sí o un no. Se están tomando medidas para hacerlo sostenible. Nos encontramos con dos factores que inciden mucho sobre las pensiones de nuestro país.

 
Una situación que quizá no es la más relevante, la económica. Ha influido de forma muy notable en las cotizaciones de la seguridad social, que las cifras de empleo van mejorando (pero desde mi punto de vista queda mucho por hacer). Pero hay otra realidad, la demográfica. Hay una población que empieza a estar muy concentrada en la edad más avanzada y que hace que las personas cambien desde la población activa a la pasiva. Son unas cifras que tienen que estar encima de la mesa, que van a incidir –ya lo están haciendo- sobre el sistema de pensiones, pero no va a ser de hoy para mañana.
 
Tenemos unas generaciones muy pobladas que van a entrar en el sistema de pensión de forma muy pronunciada hasta el año 2030, y esto no lo podemos obviar.
 
Esto se debe leer desde el punto de vista de qué posibilidades existen, qué están haciendo otros países porque no es un hecho único de España. Es un hecho que está afectando a países de nuestro entorno europeo y de otros continentes. ¿Qué posibilidades hay de complementar el primer pilar –pensiones públicas- que es el que estamos muy acostumbrados en España? Hay otras posibilidades y hay que contemplarlas si queremos garantizar unas tasas de sustitución suficientes. Tasas que permitan al jubilado unos estándares de vida similares a los que había mantenido antes de entrar en la jubilación.

 
Lo que parece evidente es que se va a producir una caída en estas tasas de sustitución, lo que no es nada extraño (España es el país con una mayor tasa de sustitución de nuestro entorno). Lo que pasa es que la población tiene que ser informada.
 
¿Por dónde debería ir esta reforma del sistema?
Yo pienso que tenemos que dar desarrollo a los sistemas del segundo y tercer pilar (empresas y sistemas privados). Me atrevería decir que es importante el segundo pilar, algo que no está ocurriendo muchas veces motivado por el tejido empresarial, muy poblado de pymes. Pero se pueden hacer cosas. Hay países como el Reino Unido que han puesto en marcha el sistema de aportaciones por defecto. El trabajador por defecto una parte de su salario se asigna a un plan de pensiones, algo que no es obligatorio. El trabajador siempre puede manifestarse en contra. Lo que acaba ocurriendo es que el porcentaje de personas que acaba diciendo que no es realmente bajo porque todo el mundo es consciente de la importancia que esto tiene para las generaciones futuras.
 
Ustedes hablan de la necesidad de informar y de concienciar a la población  ¿Cómo podría hacerse?
Nosotros somos claramente conscientes de que hay que hacer alguna acción muy significativa para aumentar la educación financiera de nuestra población. La gente tiene que saber qué es un sistema de pensiones, en qué consiste un sistema de reparto y qué otras posibilidades de sistema existe. ¿Qué quiere decir la tasa de sustitución? ¿Qué se puede hacer para el desarrollo de otros pilares? Ya lo venimos diciendo, pero cada vez es más importante que la población esté educada financieramente.