Por su parte, el resultado de explotación ha sido también negativo en -359,50 millones de euros, frente a los -268,34 millones de los seis primeros ejercicios del ejercicio anterior. Mientras, la cifra de negocio ha repuntado un 52%, hasta alcanzar los 49,88 millones de euros.
La inmobiliaria, en concurso de acreedores, explica estas cifras negativas en las provisiones y los gastos financieros a los que ha tenido que hacer frente en el periodo. En concreto, los 4,53 millones de costes por el ERE, que afectó a casi la mitad de sus trabajadores; y provisiones por deterioros de 334,16 millones de euros.