A día de hoy, entre las dos compañías se reparten el 50% del mercado de móviles en el mundo.  La retirada del mercado del Galaxy Note 7 y la ausencia de un nuevo teléfono de alta gama durante los últimos meses del año pasado hicieron que Samsung cediera el liderazgo del mercado a
Apple, que fue el fabricante que más teléfonos vendió en esas fechas.  
La presentación de un nuevo terminal de gama alta cada año es crucial para estas dos compañías que poco a poco van cediendo terreno a otros fabricantes, como el chino Huawei que ya se ha convertido en el tercer aspirante al podio.

Precisamente el miércoles, el fabricante coreano ha presentado su nuevo teléfono, el Samsung S8. El terminal no ha presentado grandes novedades con respecto a lo que esperaba el mercado: una pantalla más grande, un asistente por voz (al que los analistas achacan que aún no se parece al Siri de Apple, la eliminación del botón home, la posibilidad de convertirse en un ordenador mediante un soporte, y el reconocimiento táctil, por el iris y a través de las facciones de la cara).  Con este nuevo teléfono, la compañía sale al paso del fracaso del año pasado e intentará hacerse con un trozo más grande del pastel de la telefonía móvil.

Pero, más allá de las funcionalidades de los teléfonos, ¿quién está dando más alegrías a sus accionistas? En lo que va de año, el que gana la partida es Apple, que gracias a la buena acogida de su último dispositivo, se ha situado en máximos históricos con subidas de más de un 20% desde el 1 de enero.

En este tiempo, su rival coreana se ha quedado algo por debajo, con alzas de más de un 15% a la espera de presentar su nuevo terminal de alta gama y envuelta en un escándalo de sobornos que ha afectado a su vicepresidente y que podría tener consecuencias en el futuro de la compañía.



Cuando pasamos a un plazo de 12 meses, sorprende ver que Samsung batió a Apple con una diferencia del 60% al 30%. Unas cifras que no muestran el fracaso de la compañía coreana el año pasado con su Galaxy Note 7, que tuvo que retirar del mercado después de que decenas de teléfonos estallaran en llamas por problemas con su batería.



Hay que tener en cuenta que si miramos los negocios, las dos compañías presentan un perfil muy diferente. Mientras que casi Apple recibe casi el 70% de sus ingresos de la venta de teléfonos, Samsung tiene unas ventas mucho más diversificadas, tal y como se puede ver en el siguiente gráfico.


Si se amplia el plazo a cinco años, las dos suben alrededor de un 60% en ese tiempo.



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