Estacionalmente hablando, esta consolidación ha tenido lugar durante el tiempo más débil del año para el oro. Es decir, el verano. Una consolidación durante el mes más débil del año muestra que el metal precioso puede “tener un gran rendimiento cíclico a partir de septiembre”, tal y como apunta Chistopher Aaron, experto en oro de iGold Advisor
“Por supuesto septiembre es el mes más fuerte del año para el oro sobre la base de los datos disponibles para las tendencias mensuales”, concreta Aaron. “Gran parte de esta demanda proviene de la India, antes de la temporada de bodas tradicionales, que es en octubre”, añade enfocándose en factores fundamentales que pueden hacer repuntar el precio del oro por la subida de la demanda.
En este sentido, no hay que pasar por alto que la demanda de oro de la India es un componente crítico dentro del mercado físico del metal dorado. De hecho, la India consume más oro que cualquier otro país fuera de China. Las perspectivas concretan que la demanda de la India será mayor que la de los Estados Unidos y Europa juntos. Y, la mayor parte de esta demanda se produce en septiembre antes del período de boda.
Así pues, la perspectiva de 18 meses del oro, muestra divergencias entre la evolución de corto plazo y de largo plazo. La zona de resistencia en cuestión se encuentra entre los 1.355 y los 1.378 dólares, por lo que sólo tendrá un potencial inicial del 2,9% sobre los niveles actuales, o lo que es lo mismo, una capacidad de subida de 40 dólares. Una ruptura, como se espera, por encima de niveles claves, proporcionarían una potencial de revalorización del 3,2%.
Esa es la misma tesis que recientemente manejaba Roberto Moro, analista técnico de Apta Negocios, que aseguraba que el oro ahora mismo estaba “falto de esa verticalidad que nos gusta para asistir a movimientos impulsivos y por tanto en tendencia”. Sin embargo, consideraba que si aguanta esos 1.300 dólares a corto plazo es “un subyacente alcista”.