3. Se intensifica el trabajo preparatorio relacionado con las compras directas del mercado ABS.
4. Se suspende la esterilización del programa de compra de bonos SMP.
Pienso, dice Santiago Niño Becerra, que las medidas del BCE “servirán para lo que tienen que servir: para ganar tiempo”. “El problema no es que falte liquidez, sino el conjunto de cosas cuya manifestación es la falta de liquidez: recuerden que en el planeta sobra dinero a mansalva”, añade Niño Becerra, quien enumera los siguientes problemas:
1. Existe un exceso de capacidad productiva.
2. El 99% de las personas físicas y jurídicas arrastran deuda que les limita y/o imposibilita.
3. Los Estados con déficit no cesan de emitir deuda para financiarlo.
4. La demanda de trabajo es decreciente debido al exceso de capacidad productiva y a la creciente búsqueda de una mayor productividad.
5. La banca está cargada de unos créditos cuya probabilidad e impacto, si se conoce, no se dice.
6. Solventes, solventes, lo que se dice solventes, hay pocas empresas.
7. Muy pocas personas ocupadas pueden estar seguras al 100% de que el año que viene van a seguir teniendo un empleo con igual remuneración que el que ahora tienen.
8. Los recursos son limitados, un problema que ahora ha pasado a un segundo plano por la caída que ha experimentado la actividad económica.
“Pues bien, todo eso NO se resuelve inyectando medio billón, ni un billón. Con esa inyección se gana tiempo, pero nada más: pero -nada- más. ¿Cómo se resuelve todo eso? Pues coordinando posturas; regulando salidas; interviniendo en unidades ineficientes e insolventes; analizando la eficiencia de cada céntimo gastado; asumiendo cosas, como que va a existir un desempleo estructural elevado, y tomando medidas; yendo a una unión fiscal efectiva... y a nada de eso se refirió ayer Draghi”, concluye Niño Becerra.
N.A.