SOBREXPOSICIÓN QUE DESENCANTA A LOS CLIENTES
Sin embargo, los expertos opinan que la compañía se está arriesgando a cometer uno de los pecados capitales del lujo: la sobreexposición. De hecho, es difícil pasear por una gran ciudad como Nueva York sin ver numerosos bolsos de Kors o sus grandes relojes. La firma se vende en 400 locales propios y en unas 3.700 tiendas especializadas en moda alrededor del mundo, lo que indica que se está expandiendo demasiado rápido y está comenzando a ofrecer más descuentos.
OTROS CASOS SIMILARES
La marca despegó en 2004, cuando Kors, diseñador de modas de alta gama desde 1981, fue elegido como juez del programa de TV Project Runway. Un año más tarde se asoció con Idol, un ex ejecutivo de Ralph Lauren, para llevar Kors a las masas, introduciendo bolsos, relojes y vestidos de 200 a 400 dólares. En contraste con la colección de pasarela donde las carteras pueden costar más de 2.000 dólares y los vestidos unos 4.000.
Kors rápidamente le quitó cuota de mercado a Coach, una pionera del lujo accesible. La participación de Kors en el mercado de bolsos y accesorios de alta gama en Estados Unidos y Canadá, que mueve unos 11.400 millones al año, creció de un 3% en 2009 a un 18%. Durante el mismo período, la participación de Coach cayó de 35% a 24%.
Para solventar estos problemas, Idol planea limitar las ventas en tiendas de descuento a alrededor de un tercio de la facturación total, para asegurar que las tiendas de menor precio no opaquen la imagen de la marca. Forma parte de un plan para ver los diseños de Kors en las manos de personas de altos ingresos, pero también de quienes tienen menos.
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