Mientras la primera pone a Jordi Pujol Ferrusola en el centro de un complejo entramado de sociedades y empresas con ramificaciones en la clase empresarial y política catalana, la segunda apunta al menor de los hijos de Jordi Pujol como cabeza de un complejo inmobiliario de blanqueo de capitales.
Según informa ABC, Oleguer Pujol estaría al frente de un complejo empresarial dedicado a las inversiones en bienes inmuebles que abarca 18 empresas, sólo en España. Anticorrupción sospecha que en la adquisición de estas propiedades podría haber delito de blanqueo de capitales, ya que, desde 2004, Oleguer Pujol ha simultaneado esta actividad empresarial con hasta 39 cargos en la administración pública.
El menor de los Pujol Ferrusola habría participado en el fondo Drago Capital, que sería la matriz de otras empresas, muchas de ellas, según dice el diario, creadas sólo para un único fondo. Oleguer fue administrador de este fondo entre 2009 y 2013, y gestionaba una cartera de 1.300 inmuebles en España y Portugal valorada en 2.600 millones de euros. Produce actualmente unas rentas anuales de 158 millones, según información oficial de la compañía.
Entre los movimientos que se investigan está la compra de más de 1.152 sucursales del Banco Santander a finales del 2007, operación que costó 2.000 millones de euros, según algunos medios, además de tres edificios del Grupo Prisa. En total se inspeccionan movimientos por un valor de unos 3.000 millones de euros, que son el total de operaciones de Drago Capital, entre las que se pudieron producir los delitos en alguna de ellas, pero la suma de operaciones irregulares aún está por cuantificar.
El lavado de dinero se habría dado a través de la devolución de los créditos pedidos por Oleguer Pujol para realizar estas compras con dinero procedente de cuentas depositadas en paraísos fiscales.