Bono suizo a 10 años
Esta circunstancia, por su puesto, preocupa a los inversores. Ken Leech, gestor de carteras del fondo Legg Mason Western Asset Macro Opportunities Bond, lo tiene claro; esta situación no es sostenible. Es más, considera que se trata de una amenaza para el sistema bancario del continente.
Leech cree que las rentabilidades en rojo entrañan una amenaza mayor para el sector bancario, especialmente si siguen adentrándose en terreno negativo. «Existe un límite en cuanto a lo lejos que pueden llegar las rentabilidades negativas — de hecho creo que ya lo hemos alcanzado— porque en un momento determinado terminan suponiendo una amenaza para el sector bancario —confesó—.
Es más, recuerda como otros expertos, que hay alternativas igual de seguras a la renta fija europea y mucho más rentable. Sólo hay que irse a Estados Unidos, donde el bono a 10 años paga una rentabilidad del 2%. “Esperamos que los inversores den la espalda a las rentabilidades negativas en algún momento, especialmente a medida que nuestras propias perspectivas de crecimiento se tornen más positivas», comenta.
De hecho creen que “el crecimiento volverá a hacer acto de presencia a nivel mundial y, por tanto, creemos que la deuda corporativa superará a los bonos del Tesoro”, augura el gestor.
Sus apuestas pasan por los mercados de deuda corporativa en general y, en particular, los bonos de empresas estadounidenses con calificación Investment Grade y determinados títulos de alto rendimiento. La deuda emergente denominada en dólares y en divisa local también les resulta interesante.
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