Desde Hacienda prevén que tomando en consideración las bases imponibles negativas con que contaba el sector al cierre de 2011, “bajar el gravamen provocaría un deterioro de los activos de las entidades financieras de casi 6.400 millones”.
El impacto potencial no era menor teniendo en cuenta que estos derechos computan en el capital de la banca. Aunque la nueva regulación financiera Basilea III no lo permite, el Gobierno ya avaló con 30.000 millones de deuda pública buena parte de los DTA del sector a finales del año pasado para asegurar que sigan reforzando su solvencia.
BANKIA, BENEFICIADA CON EL CAMBIO
Una reducción del tipo de interés que paga la banca, hubiera tenido probablemente a Bankia como principal perjudicada. La entidad, según reza el informe anual de 2013, contaba a cierre del pasado año con 5.249 millones de euros en activos por impuesto diferido.
Aunque en menor medida, puesto que el volumen de provisiones y pérdidas acumulado que les da derecho a generar estos DTA es menor, otro tanto ocurre con el resto de entidades participadas por el FROB.
El golpe, sin embargo, habría sido prácticamente generalizado para el sector financiero que, según los cálculos presentados por el Ministerio de Economía, acumulaba unos 50.000 millones de euros en créditos fiscales el pasado año. Así, Santander cuenta con 5.400 millones, CaixaBank, con 4.985 millones; Sabadell, con 4.790 millones, o BBVA, con 4.370 millones.
J.A.M.