Eso sí, el ministerio que dirige Cristobal Montoro reconoce que a corto plazo se perderá fuerza recaudatoria, pero estima que se compensará a medio plazo por el aumento de la actividad. Según recoge Cinco Días, por un lado, los cambios tributarios del IRPF, elevarán hasta un 0,30% el PIB en el período 2015 y 2016; la reforma del impuesto de sociedades, tendrá un efecto de un 0,15% en el PIB 2015 y del 0,23% acumulado el siguiente.
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DEPENDERÁ DE LA APLICACIÓN EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS
Tal y como destaca El País, la memoria económica incluye una especificación: “el coste definitivo de las medidas concernientes al IRPF dependerá de las decisiones que adopten las comunidades autónomas”. En cifras redondas, entre las dos reformas, IRPF y sociedades, supondrán una rebaja de 9.000 millones de euros para los bolsillos de los contribuyentes, pero indica este rotativo que el cálculo definitivo en la parte esencial de la reforma, la que afecta al IRPF, queda a expensas de los Gobiernos autónomos. Se trata de 6.000 millones de euros.
Recuerda este medio que la escala autonómica se aplica sobre el 50% de la base liquidable del impuesto. Lo mismo ocurre con los mínimos, familiar y personal, exentos. Y ambos componentes, en la legislación autonómica, son ahora muy distintos de los que promueve la reforma. En este sentido, en 2012, ocho comunidades usaron sus competencias para aumentar los tipos que se aplican a su parte del impuesto entre uno (Canarias, con un tipo máximo del 53%) y cuatro puntos porcentuales (Cataluña, Andalucía y Asturias llegan al 56%).