Según publica La Vanguardia, en una conversación en persona, previa a la publicación de la carta autoinculpatoria, la hermana del ex dirigente catalán, Marta Pujol i Soley y su cuñado, Francesc Cabana i Vancells, recibieron la noticia por boca de Jordi Pujol. Era medio día del viernes, pocas horas antes de que las dos páginas de explicaciones sobre la herencia y su regularización por parte de Marta Ferrusola y los hijos de los Pujol Ferrusola salieran publicadas en los periódicos. La hermana y el cuñado del ex jefe del Govern no sabían nada ni habían recibido un sólo céntimo del capital que el padre dejó a su primogénito, a la mujer de este y a sus hijos.
Explica el diario que la hermana y cuñado del ex president recibieron la noticia con asombro e indignación, pero que después sintieron mucha compasión por el ex president ya que no hacía más que pedirles perdón y lo encontraron “muy hundido”.