“En el corto plazo, esto puede implicar una respuesta militar y de inteligencia pasando de los Estados Unidos, miembros selectos de la Unión Europea y otros países desarrollados”, comenta. “Desde una perspectiva económica,
“Finalmente, esto va a complicar el camino hacia una solución política a la crisis de los refugiados de Europa y endurecer el caso en el Reino Unido para salir de la Unión Europea”, explica Koestrich.
“Parte del problema es que los mercados emergentes, el motor del crecimiento durante gran parte de la última década, continúan desacelerándose”, señala. La semana pasada proporcionó más evidencia de esto con una desaceleración en China. “Las exportaciones están cayendo ahora un 3,6% respecto al año anterior, mientras que la inflación y la producción industrial están desacelerando”, analiza.
Estos pueden parecer eventos distantes para los inversores estadounidenses, pero el entorno mundial está afectando a los mercados de varias maneras. “Para empezar, el crecimiento tibio está empujando hacia abajo las estimaciones de beneficio del 2016, por lo que el S&P 500 ha caído dos puntos porcentuales en las últimos cinco semanas”, concreta.
Por último, habla de la situación de las divisas para este escenario. “Un dólar fuerte también ha sido un factor clave y si el dólar sigue fortaleciéndose y / o el crecimiento mundial sigue siendo lento, las ganancias pueden terminar cayendo”, finaliza.
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