La Junta de Telefónica ha aprobado hoy un dividendo para 2017 de 0,40 euros por acción. Una medida que ya anunció el pasado mes de octubre. Esta cifra es casi la mitad de lo que la compañía tenía previsto, 0,75 euros por acción antes de esa fecha.

Pero la fallida salida a bolsa de Telxius y la incapacidad para vender O2 exigían medidas para robustecer el balance de la compañía. Precisamente hoy, viernes, se concreta esa medida que supone un revés para unos inversores como son los de Telefónica, acostumbrados a tener una de las rentabilidades por dividendo más atractivas de la industria en Europa.

Por cierto, que el primer tramo de este dividendo se pagará el 14 de diciembre y el siguiente el año que viene. Los accionistas, no obstante, cobrarán otro dividendo el 16 de junio, aunque en este caso con cargo a beneficios del año pasado.

En estos momentos, según los datos de Facset, Telefónica es una de las operadoras europeas con una rentabilidad más magra, ya que solo supera a Telecom Italia.

 

 

Sin embargo, esta estrategia de dar un giro a la empresa y poner freno a uno de los principales problemas que aqueja a su negocio, el endeudamiento, ha resultado positivo para el valor. En lo que va de año, las acciones de la empresa suben un 14%, un porcentaje que se queda en poco menos del 11% en doce meses.

Hay que tener en cuenta que 2016 fue uno difícil para la firma, que no solo tropezaba con los obstáculos de la deuda, sino también con la incapacidad para deshacerse de la unidad británica 02. Pocas semanas después del revés que le dieron las autoridades europeas, la empresa tuvo que asumir el mazazo del brexit. Pero eso parece que se ha olvidado.

En este tiempo, una de sus principales rivales en la isla británica, BT, se deja casi un 18% desde enero y casi un 30% en doce meses.

Sin embargo, si echamos la vista atrás, a los últimos cinco años, vemo cómo la británica sube casi un 50% frete a una mínima revalorización de poco más del 3% para la operadora española.

No han sido estos los mejores años para  Telefónica, que ha tenido que pelear con uñas y dientes en el mercado doméstico con el avance de sus competidores, hiriendo sus márgenes y los beneficios. Algo que por ahora parece haber dado un giro, y vemos como todos los participantes del negocio están subiendo sus precios.

Por otro lado, en los peores años de la crisis soberana, el peso de la deuda en el balance de Telefónica hizo que la compañía no pasara por sus mejores momentos en el mercado. Tampoco hay que pasar por alto su exposición a algunos países emergentes, fundamentalmente en Lationoamérica, que también han dado algún que otro quebradero de cabeza a sus inversores.

En estos momentos, la empresa española solo tendría un potencial de algo menos de un 4% en bolsa, según los datos de Facset. Es, además, la única gran operadora cuya recomendación media es de mantener, frente a la apuesta del consenso de sobreponderar al resto de empresas del sector.

Los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión le dan 6,5 puntos de los 10 posibles a la compañía, lo que la deja en fase de consolidación.