Sin acuerdo terminaron las negociaciones el lunes entre republicanos y demócratas y, por primera vez desde 1995-1996, se produjo en lunes en Estados Unidos un “cierre” gubernamental. Tampoco lograron ayer las partes acercar posturas y es que no hubo ni conversaciones entre la Casa Blanca y el Congreso, según recoge Bloomberg, para lanzar la siguiente advertencia: “Esta situación hace mucho más difícil que se pueda aumentar el techo de deuda a finales de este mes para que el Gobierno puedo pagar sus facturas”. La agencia norteamericana considera que la reacción de ayer del mercado fue “suave”, sobre todo si “tenemos en cuenta que hasta 800.000 trabajadores federales fueron enviados a sus casas sin sueldo, mientras parques y otros servicios se mantuvieron cerrados en todo el país”. Y es que los inversores consideran que los efectos económicos de este "shutdown" serán limitados.

El republicano y presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, ha escrito en USA Today: “El presidente no está contando toda la historia sobre el 'cierre' administrativo (…) el hecho es que los demócratas han puesto muy difícil la 'reapertura' del Gobierno al negarse a negociar”. Los miembros del partido de Obama han rechazado las propuestas de sus “contrarios” al considerarlas “teatro político” e instándoles a dejar de exigir cambios en la ley de asistencia sanitaria del presidente (Obamacare). Es sobre esta nueva regulación sobre la que se asienta todo el enfrentamiento y cruce de acusaciones y esto marca la diferencia con respecto a anteriores “cierres”, cuando el problema era el importe del gasto del Ejecutivo.

“Han paralizado al Gobierno por una cruzada ideológica para negar seguros de salud asequibles a millones de estadouniendeses”, acusaba el presidente Barack Obama a los republicanos. Los demócratas afirman que ya han hecho muchas concesiones al aceptar los niveles de gasto establecidos en el sequester de principios de año; mientras los republicanos se encuentran divididos en una línea dura que insiste en posicionarse férreamente en contra de la normativa sanitaria mientras que habír al menos 10 que apoyarían a sus “contrincantes” en el Senado.

S.C.