El Oro se ha disparado casi un 20% desde los mínimos de septiembre hasta situarse por encima de los 1.925 dólares la onza. El metal amarillo no solo se encuentra a las puertas de alcanzar el estatus de mercado alcista, sino que si solo se contabiliza lo que va de 2023, la subida ha superado los 100 dólares, su mejor comienzo de año desde 2012.

El impulso del oro en este arranque de año ha venido de la mano de unas rentabilidades de los bonos a la baja y de un dólar que también pierde fuelle tras las subidas del año pasado, situándose en zona de mínimos de siete meses.  

Todo ello, con los ojos de los operadores del mercado puestos en la reunión de la Reserva Federal del 31 de enero y el 1 de febrero. Los analistas esperan una subida en los tipos de interés de 25 puntos.  Supondría un freno adicional en la carrera de endurecimiento de la política monetaria iniciada el pasado año, después de que en diciembre la subida fuera de 50 puntos, tras cuatro subidas consecutivas de 75 puntos básicos. 

"El metal amarillo está encontrando una nueva demanda por parte de operadores e inversores que ven una mejora de las perspectivas a medida que los vientos en contra del año pasado, desde las subidas de tipos al aumento de las rentabilidades y del dólar, se convierten en vientos de cola a medida que las subidas de tipos finalmente se detienen, mientras que los rendimientos y el dólar se suavizan en medio de las preocupaciones sobre las perspectivas económicas”, dijo Ole Hansen, jefe de estrategia de materias primas de Saxo Bank, en una nota.

Hansen ve potencial para que suban más los precios, ya que el oro ha experimentado históricamente repuntes significativos tras un pico en los tipos de interés. “El mercado prevé actualmente una o dos subidas más de los tipos de interés en EEUU antes de hacer una pausa por debajo del 5%. Si la historia se repitiera, el oro podría seguir subiendo de forma significativa”, cree el experto de Saxo.

Unos tipos de interés más bajos tienden a ser beneficiosos para el lingote, al disminuir el coste de oportunidad de mantener el activo sin rendimiento.

El temor a una posible recesión también ayuda al oro. Esta semana se ha conocido que la actividad empresarial estadounidense se contrajo por séptimo mes consecutivo en enero, aunque la caída se moderó tanto en el sector manufacturero como en el de servicios por primera vez desde septiembre.

Este jueves el Departamento de Comercio de EEUU publicará la primera estimación del PIB del cuarto trimestre de 2022.

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