Entre los ejemplos, el FBI destaca la posibilidad de cargar estos vehículos no tripulados con grandes cantidades de explosivos. Además, también consideran que los delincuentes podrían sabotear los programas que maneja la propia policía o los que se utilizan para la regulación del tráfico para perpetrar actos terroristas.
MEJORAS DEL TRÁFICO
A pesar de los posibles contratiempos que puedan surgir con los coches sin conductor, el documento elaborado por los agentes del Grupo de Asuntos Estratégicos en la Dirección de Inteligencia del FBI destaca que también se verán mermados los accidentes de tráfico.
En este sentido, el software de los vehículos permite detectar obstáculos y reaccionar con mayor antelación que un ser humano gracias a sus sistemas de posicionamiento GPS y las cámaras de grabación.