La cifra de negocio, de su lado, creció un 8,3% durante el pasado ejercicio en comparación con el precedente, hasta sumar 1.977 millones de libras (2.250 millones de euros).
La compañía, que controla seis aeródromos británicos, incluido el de Londres-Heathrow, logró además reducir su deuda neta en un 9%, hasta los 8.579 millones de libras (9.761 millones de euros).
El máximo ejecutivo del grupo subrayó además la "mejora de la evolución operativa" y la inversión de más de 1.000 millones de libras (1.138 millones de euros) realizada para modernizar los aeropuertos. No obstante, Matthews auguró "más desafíos económicos" para el conjunto de la industria en 2010.
BAA contabilizó un total de 85,9 millones de viajeros en sus instalaciones durante 2009, lo que supone un descenso del 3,8% respecto a 2008.
No obstante, el aeródromo de Heathrow destacó como uno de los que más resistieron al descenso de la demanda global de viajeros por la crisis. Contabilizó 65,9 millones de viajeros, un 1,5% menos y, según la empresa, registró una caída de usuarios "muy inferior" a la reducción media de los cuatro siguientes aeropuertos más grandes de Europa (-5,6%). Además, en el cuarto trimestre incrementó un 1,1% el número de pasajeros.