En su primera respuesta, Zapatero insistió en que el Gobierno se ha enfrentado a la "recesión y crisis que se vive en todo el mundo, aunque esto (a los populares) no les guste escucharlo", con un conjunto de medidas para ayudar a las familias y a quienes han perdido el empleo y buscando garantizar la protección social.
Añadió que en este periodo se está afrontando "lo más difícil de la crisis" y por eso las medidas han ido destinadas a paliar las dificultades de financiación y a combatir la destrucción de empleo.
Por su parte, Rajoy recordó a Zapatero que si, como él mismo defiende, el empleo es el mejor termómetro de la eficacia de una política económica, debería cambiar la suya después de un año de legislatura en el que se han destruido 1,2 millones de puestos de trabajo.
Mucha gente le pide un cambio de política económica, incluso (Paul) Krugman", dijo Rajoy, aludiendo a la reciente visita del Premio Nobel de Economía 2008, quien, ironizó, "debió de quedar alucinado" cuando Zapatero le entregó el Plan E (Plan de Estímulo de la Economía y el Empleo).
El líder de la oposición acusó a Zapatero de ser "incapaz de aceptar las sugerencias que le hacemos los demás" en materia económica y en este sentido lamentó que el Gobierno haya "vetado" en el Congreso el debate de varias iniciativas de los populares en materia económica.
Rajoy también insistió en defender una política de austeridad, y volvió a recurrir a la venta de Endesa para criticar al Gobierno en materia económica.
Alguien se lleva más de 1.000 millones en plusvalías, se reparten entre dos el mayor dividendo de la historia de España y se reducen las inversiones de Endesa, dándole una enorme bofetada a los consumidores, ésa es su política social", reprochó Rajoy a Zapatero.