Criteria subrayó su "satisfacción" por esta calificación "que permite a la compañía acudir directamente al mercado de renta fija y que compara muy bien con la mayor parte de las grandes entidades financieras e industriales españolas", al tiempo que destacó la importancia "de que se haya otorgado la perspectiva 'estable', en estos momentos de dificultad económica y volatilidad de los mercados".
Los ratings crediticios representan la opinión de una agencia de calificación sobre la capacidad de una entidad de hacer frente a las obligaciones financieras a largo plazo o de manera puntual (a corto plazo).
Según S&P, los ratings que están dentro del grado de inversión (entre 'AAA' y 'BBB' en la escala internacional de ratings a largo plazo, y entre 'A1' y 'A3' a corto plazo) comportan un riesgo de impago relativamente bajo, mientras que los que están dentro del grado especulativo indican que tienen un mayor riesgo de impago o que el impago ya se ha producido (entre 'BB' y 'D').