Pasen y vean más. Las acciones de SOS Corporación Alimentaria encabezaron el lunes los descensos en el mercado continuo, con una caída de la cotización del 10,33%, hasta 2,17 euros por título, después de la compañía avanzara que cerrará el ejercicio 2009 con unas pérdidas de 179 millones de euros.
La cotización del segundo grupo alimentario español estuvo suspendida durante gran parte de la sesión, desde antes de la apertura hasta las 15.45 horas, y cuando regresó al parqué lo hizo con un descenso superior al 9%. Los títulos marcaron una cotización máxima de 2,27 euros y una mínima de 2,10 euros, en una sesión en la que se intercambiaron 991.521 millones de acciones, con un volumen de negocio de más de 2,18 millones de euros.
¿Quieren más y más?
Si miran los gráficos intradía desarrollados por Grupo SOS en las dos últimas semanas entenderán por qué lo definimos como el Gran Chicharro de la Bolsa actual, una Bolsa ávida por atrapar una nueva pieza que ofrezca suculentas plusvalías. A estas alturas de partido, el mercado ya tiene información suficiente sobre la difícil y comprometida situación financiera y patrimonial en la que se encuentra por la pésima actuación de sus antiguos gestores, un asunto, que fuimos desvelando en lacartadelabolsa durante los dos últimos años, principalmente en lo referido a la presunta manipulación del precio de las acciones.
El mercado ya sabe, también, que Nueva Rumasa presentó una oferta de compra de un paquete importante a precio sensiblemente más bajo del que cotizaba. Tenemos información, también, de que tras la presentación de esa oferta parcial Nueva Rumasa volvió a la carga con una emisión de pagarés ad hoc, según rezaron sus spots en televisión. Y en el mismo acto, el nuevo equipo gestor clamando por un mejor trato del mercado para la compañía, porque ésta cumplirá con sus objetivos, que es algo así como decir que no está tan quebrada como parece. El celo de unos, el recelo de otros y el ansia descomunal de la especulación han encumbrado a SOS al reino de los chicharros. Aquí, como en otros casos, conviene hacer bien las cuentas. una vez reducido a cero su deuda, un suponer ¿por cuánto capitalizaría la compañía? a lo mejor siguen sin salir los números.
Fuente: www.lacartadelabolsa.com