Sacyr compró a finales de 2006 su paquete en Repsol a un precio medio de 26,71 euros por acción, frente a los 16,19 euros por título a los que ayer martes cerró en bolsa. El presidente de Sacyr 'presumió' del hecho de contar con representación en el consejo de administración de Repsol y de consolidar la participación por puesta en equivalencia en las cuentas de la constructora. "Eso es algo que otros persiguen y querrían", apuntó.
En este sentido, atribuyó a su "prudencia contable" que Sacyr no se anote en sus resultados el porcentaje de beneficio de Repsol que le corresponde y sólo sume lo que cobra en concepto de dividendos. "Pero ello no quiere decir que renunciemos a nuestra posición de consolidar por puesta en equivalencia", insistió.
RECORTE DE DEUDA.
En cuanto a la situación financiera del grupo constructor, Del Rivero garantizó además que la compañía no ha "cambiado en absoluto y nunca ha negociado" con los bancos para modificar el préstamo de 5.175 millones de euros que contrajo para financiar el 20% de la petrolera. De igual forma, aseveró que la constructora nunca ha incumplido las condiciones del mismo. El crédito vinculado a la compra de Repsol constituirá el grueso de la deuda de 11.000 millones de euros con la que la compañía de construcción y servicios prevé cerrar 2009.
Este importe será así casi la mitad respecto de los alrededor de 20.000 millones de euros de endeudamiento que el grupo llegó a soportar a comienzos de 2008 y unos 2.000 millones de euros inferior en relación a los 13.443 millones de euros con que cerró el primer trimestre del año.
Ello será posible gracias a las desinversiones que Sacyr sí ha acometido en el último año y medio (Eiffage, su filial de concesiones de infraestructuras Itínere y activos inmobiliarios, fundamentalmente), que cifra en unos 10.000 millones.