El presidente de Porsche, Wendelin Wiedeking, ha advertido de las catastróficas consecuencias que tendría para el sector automovilístico en Europa una posible quiebra de la empresa Opel, filial de la estadounidense General Motors, en apremiante situación por la crisis económica mundial. "La interdependencia de la industria del automóvil es grande. Si de la noche a la mañana desapareciera un gran productor se verían afectadas las industrias de suministros y esto no lo podría digerir cualquiera", afirma Wiedeking en declaraciones que publica hoy el rotativo económico "Handelsblatt".
"En un caso así se produciría en el sector de suministros una cierta depuración", señala el presidente de Porsche, quien hasta ahora
se ha mostrado reservado acerca de la posibilidad de que Opel reciba ayudas estatales.
Wiedeking había comentado con anterioridad sobre ese supuesto que
no solo se trata de puestos de trabajo, sino de competencia, ya que cada apoyo unilateral de una empresa conduce a una influencia en la competencia.
El jefe de la legendaria marca alemana de vehículos deportivos subraya que debe preservarse la variedad en la industria del automóvil y que "si Ferrari no existiera como marca, nosotros como Porsche deberíamos inventarla".
A juicio de Wiedeking, la variedad es lo que aporta nuevas ideas al desarrollo, aunque, por otro lado, "todos debemos hacer frente a la competencia y ser capaces de sobrevivir en competencia"