"Eso (el apoyo financiero directo) se puede considerar en condiciones que no modifiquen el reparto de nuestro capital, nuestra independencia y nuestra libertad de acción", afirma Streiff en el rotativo francés.
En cuanto a la posibilidad de que los fabricantes automovilísticos deban renunciar al pago de dividendos por recibir ayudas estatales, Streiff asegura que "el Estado no debe ponerse en el lugar de los gestores de empresa ni de sus accionistas".
"A ellos les corresponde encontrar los mejores equilibrios entre las necesidades de financiación, remuneración del capital y las expectativas del mercado", agrega el presidente del grupo automovilístico francés.