El parón de las economías desarrolladas
“también ha afectado a los emergentes, que se están ralentizando, aunque les permite bajar tipos ante una inflación más controlada”. De todos modos, "los emergentes presentan de cara al inversor un panorama distinto al de los países desarrollados, pues no tienen tanto endeudamiento, lo que ofrece un colchón”.


El experto explica en declaraciones a Radio Intereconomía que, “si hay más capital en los bancos, hay más posibilidades de ampliar la cartera de deuda, pero ahora les preocupa más quitarse deuda que ampliar capital”.