Pero la sombra de los recortes es alargada, hay analistas que ven al Ibex en los 5.800 puntos. Lorenzo cree que “no hay tantos puntos como para llegar a ese nivel”. Sin embargo, asegura que “el máximo recorte nos llevaría a los 5.200 ó 5.500 puntos que serían el último apoyo para después vivir un fuerte rebote”. Y David Ardura apunta a que “aún no hemos visto el suelo del mercado”. Esos 7.500 puntos se antojan una importante resistencia también para Alberto Rodríguez, director de Renta Variable de Hermanos Moro AF “es importante que el Ibex 35 supere la zona de los 7.525 puntos para pensar en una recuperación mayor” y lo mejor es “estar en liquidez”.
No hay recetas mágicas, las dimensiones de la crisis que vivimos son históricas y también las medidas que los Gobiernos están tomando para hacer frente a la situación, pero no hay quien apueste con seguridad por un cambio de tendencia en los mercados. "Gato escaldado del agua caliente huye" dice el refrán y así se está cumpliendo con la posibilidad de hacer vaticinios. "Rebotito en el corto plazo". Desde
Gestifonsa, Diego Herrero cree que "el rebote podría continuar en el Ibex hasta niveles de 7.500 puntos y coincidiría un poco con el S&P en 743 puntos, nivel en el que habría que deshacer posiciones ya que seguimos en una tendencia bajista a largo plazo”.
Juan Enrique Cadiñanos, co-director de EJD Valores apunta a que “podríamos encaminarnos a atacar fuertes resistencias en el caso de un Dow Jones a niveles de 8.000 puntos o un S&P por encima de los 750 puntos”. En el pensamiento colectivo está el concepto de suelo para los índices,
Diego Escribano director de asesoramiento financiero de Fortis Banca Privada explica que si se estabilizan las cotizaciones del sistema bancario en bolsa y en el mercado de créditos, “tendríamos una cierta esperanza en pensar que en esos niveles de 650 y 680 puntos del S&P500 pueden conformar el suelo”. Ellos nos arrastraron a esta situación y ellos tirarán también de los mercados para salir de ella, si los bancos se estabilizan la recesión podría finalizar en 2009, en EEUU claro está, porque en Europa el BCE descarta una mejora de la situación antes de 2010.
Con todo ello es más que evidente que hay que apretarse el cinturón, intentar sobrevivir a la hecatombe económica y en la medida de lo posible no dejarse llevar por un optimismo exacerbado. “Virgencita, virgencita, que me quede como estoy”….. No es un mal objetivo, ¿no creen?