"Si no lo hacemos, por la razón que sea, no seríamos capaces de continuar y potencialmente podríamos ser forzados a solicitar ayuda bajo el Código de Quiebras de Estados Unidos", advirtió GM.
De otro lado, el sindicato Canadian Auto Workers (CAW) anunció hoy el inicio de negociaciones con General Motors Canadá para establecer posibles concesiones que ayuden a mantener las operaciones del fabricante en el país.
El Gobierno canadiense se ha comprometido a facilitar ayuda financiera a General Motors y Chrysler (siguiendo los pasos de Washington) a cambio de planes de reestructuración que aseguren la viabilidad de las empresas.
Precisamente los ministros canadienses de Finanzas, Jim Flaherty, e Industria, Tony Clement, viajaron hoy a Washington para reunirse con el Gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, en un intento para coordinar la respuesta gubernamental a la crisis del sector.
La abierta mención de la suspensión de pagos fue recogida por los inversores en Nueva York. GM fue uno de los grandes perdedores de la jornada de hoy en Wall Street.
Sus acciones bajaron el 15,45% y cerraron a 1,86 dólares, tras conocerse la posición de Deloitte & Touche.
La empresa ha evitado presentar la suspensión de pagos exclusivamente gracias a que Washington le concedió a finales de 2008 un total de 13.400 millones de dólares en préstamos para realizar desembolsos a proveedores y empleados.
Pero, para acceder a más fondos, GM tiene que convencer antes del 31 de marzo al Departamento del Tesoro, cuando las autoridades federales deben aprobar su Plan de Viabilidad, de que merece la pena rescatar a la compañía.
La empresa señaló en su informe anual que la declaración de suspensión de pagos tiene "riesgos sustanciales".
A la cabeza de la lista presentada por GM se encuentra "la erosión de la confianza de los consumidores en nuestra capacidad para proporcionar repuestos y servicios en el largo plazo", lo que provocaría "una caída significante y precipitada de nuestros ingresos".
GM también señaló que "una significante caída de los ingresos pondría en peligro la viabilidad de nuestros concesionarios y proveedores, amenazaría la capacidad de GMAC (su brazo financiero) para financiarse y dañaría su capacidad para proporcionar financiación".
La empresa advirtió que ante esta situación se vería forzada a proceder a la liquidación, los tenedores de deuda sufrirían significantes pérdidas y los intereses de los actuales accionistas "serían completamente eliminados"