De hecho, ayer el presidente del BCE, Mario Draghi, abrió la puerta a bajar los tipos de interés al afirmar que son parte de las “herramientas de las que dispone” o incluso una nueva compra de deuda. El italiano afirmó  si el entorno no mejora serán necesarios más estímulos. En la última rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, el italiano ya reconoció que algunos miembros del organismo lo plantearon en el cónclave.

“Los tipos de interés negativos se han mostrado como una herramienta muy importante”, aseguró el italiano en la reunión anual del BCE en Sintra (Portugal). “La Reserva Federal ha evitado los tipos negativos, en parte por las preocupaciones sobre los efectos que podría tener en los intermediarios del sistema financiero estadounidense, pero este factor es mucho menos relevante en la zona euro”, subrayó.

Coincidiendo con estas declaraciones, se celebró ayer el congreso anual de la Asociación Española de Empresas de Asesoramiento Financiero (ASEAFI) en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid. En la cita se celebraron varias conferencias, contando con la participación del Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), además de gestoras de fondos, bufetes de abogados o consultoras.

 

 

Uno de los platos fuertes del evento fue la charla de Lacalle. El doctor en Economía señaló que los gobiernos de Europa no tienen suficientes incentivos para llevar a cabo reformas estructurales en el marco del “dinero gratis” del BCE. “Mario Draghi pide reformas al tiempo que les ofrece dinero gratis a los Estados. Japón lleva así desde 1989, es algo de lo que es difícil salir. No hay presión inflacionista, pero tampoco vamos a haber una subida de tipos en el corto plazo. Definiría la situación como de estancamiento”, argumentó Lacalle.

El también candidato del PP en las últimas elecciones generales, señaló que las políticas del BCE están haciendo que no haya demanda secundaria o marginal en los mercados de bonos soberanos europeos. “La rentabilidad del bono español a diez años en un contexto de normalización debería ser el triple, así es normal que algunos presuman de las caídas de las primas de riesgo”, añadió. En este momento, el interés exigido al bono español a diez años se encuentra en mínimos históricos, en el 0,4%.

“Estas medidas están haciendo que se empuje a los ahorradores hacia los activos de riesgo. Se traslada el riesgo desde lo público a lo privado. Lo cierto es que con estas medidas los activos caros van a seguir siendo más caros. Mientras que los activos baratos son siempre baratos porque no suben en bolsa. ¿Por qué no suben los activos 'value'? Porque estos sectores son los más penalizados cuando el sistema invierte a favor de las políticas monetarias", explicó. Sin embargo, negó que pueda haber una gran corrección que ponga los activos caros en precio.

Daniel Lacalle negó que la guerra comercial estuviera generando incertidumbres. “La desaceleración de China no viene de la guerra comercial, viene desde 2008, mientras que la desaceleración de la eurozona viene por perpetuar los desequilibrios económicos. En Europa hay una mala asignación de capital hacia los sectores menos productivos, en detrimento de los más productivos”, indicó.

“Si no se produce una guerra comercial hay crecimiento para rato”

Otro de los focos del congreso de ASEAFI fue la conferencia de gestoras internacionales, donde intervinieron los directores en España de Degroof Petercam Asset Management (DPAM), Lazard AM e Invesco. Amparo Ruiz Campo, de DPAM, señaló que en este contexto desde la entidad belga son “constructivos” en un contexto marcado por los tipos bajos, una inflación moderada y un crecimiento leve. Domingo Torres, de Lazard AM, indicó que el ciclo económico se va a terminar, pero la próxima recesión “no va a ser como la de 2008”.

Desde Invesco, Fernando Fernández-Bravo indicó que la Reserva Federal posiblemente baje tipos en julio -el mercado descuenta una probabilidad del 90%- para controlar la subida del dólar que se está produciendo frente a las principales divisas del mundo, al tiempo que busca incentivar que los inversores internacionales tomen posiciones en renta fija estadounidense. “Las familias están siendo el primer agente de bono estadounidenses en este momento”, remarcó.

“Los bancos centrales están dando toda la información al mercado y es algo de agradecer, frente a otras épocas donde teníamos que estar analizando las corbatas y los gestos con lo que salía (Alan) Greenspan. Lo que sí vemos es que se está produciendo una redolarización de la economía”, añadió Ruiz.

Fernández-Bravo explicó la guerra comercial ya está afectando al crecimiento mundial, aunque si finalmente no se produce un tensionamiento mayor entre las dos potencias económicas del mundo “hay crecimiento para rato”. El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció este martes que finalmente sí se reunirá con el líder chino, Xi Jinping, en la cumbre del G-20 que se celebra la próxima semana en la ciudad japonesa de Osaka.

Ante este escenario y a la pregunta de dónde invertir en este momento, los representantes de las gestoras apuntaron varias ideas. Desde DPAM apuestan por renta fija global con duración, deuda subordinada financiera, fondos multiactivos y en renta variable apuestan por compañías de calidad que tienen presencia en los mercados emergentes aunque están listadas en Europa o EEUU, y también por las socimis.

La gestora Lazard AM cree que es momento de tener carteras con rendimiento conocidos para los perfiles más conservadores, añadiendo ‘high yield’ y también deuda subordinada financiera. En bolsa apuestan por un fondo que invierte en compañías, que su vez cuentan con franquicias, ya que según Domingo Torres este tipo de empresas tienen mayor resiliencia en ventas y beneficios en períodos de crisis.

Desde Invesco, por su parte, son partidarios de compañías ligadas al sector inmobiliario y empresas con altos dividendos, que aporten rentas del 3% o 4%.