Este abultado incremento se produjo como consecuencia de un incremento en los déficit de beneficios (44.000 millones de euros) y de un descenso en los superávit de servicios (29.200 millones) y bienes (2.700 millones).
En la cuenta financiera, se registraron salidas netas de inversión directa y de cartera de 18.000 millones de euros, ya que las salidas de cartera de 23.000 millones, superaron "de manera significativa" a las entradas netas en inversión directa (5.000 millones de euros).
Los activos de reserva del eurosistema se incrementaron en 4.000 millones hasta situarse en los 387.000 millones a finales de julio.