El parqué estadounidense intenta salir a flote nadando hacia la verde orilla, pero las dificultades son máximas. Wall Street es un náufrago entre la marea que lleva a la deriva las bolsas del Viejo Continente. Los índices estadounidenses abrían con subidas. El Dow Jones sumaba un 0,25% hasta los 10.026 puntos, el Nasdaq un 0,36% y el S&P 500 un 0,23%, pero las pérdidas van y vienen en una jornada cabizbaja también por los datos de desempleo anunciados antes de la apertura.
Justo antes de la apertura del mercado bursátil más importante del mundo, se dieron a conocer que las
nóminas de empleo no agrícola de EE.UU. cayeron en 20.000 en enero, muy lejos del recorte de 150.000 un mes antes. Por su parte, la tasa de desempleo se ubicó en el 9,7%, lo que viene a demostrar que al otro lado del charco la destrucción de empleo disminuye, pero siguen sin crearse puestos, contrariamente a las esperanzadas expectativas.
En la otra orilla del Atlántico el sector financiero se sale con la suya, a diferencia de Europa. Allí los inversores se fían más de los resultados y la situación de las compañías
bancarias y aseguradoras, elevando a algunas de éstas hasta la cumbre de los índices bursátiles. Por ejemplo
Citigroup sube un 0,79% y
Goldman Sachs un 0,43%.
Entre los resultados empresariales que se han presentado hoy encontramos datos mixtos. Mientras
Aetna se embolsó 165,9 millones de dólares, un 15% menos en el cuarto trimestre del 2009,
Beazer Homes y
Aon multiplican sus beneficios. BH consiguió salir de los números rojos entre octubre y diciembre del año pasado ganando 48 millones de dólares, al igual que Aon, que volvió a la solvencia facturando 198 millones de dólares en el mismo periodo. En la bolsa, este viernes Aetna sube un 1,13%, Beazer Homes un 1,70 y Aon un 0,54%.
Ante la aversión al riesgo, el
dólar sale ganando. La moneda única retrocede casillas frente a la divisa americana cotizándose a 1,3648 dólares.
Más allá de América, el fondo de inversión soberano
Abu Dhabi hoy vuelve a dar qué hablar con la compra de un 15% del aeropuerto londinense de Gatwick.
Wall Street lucha hoy con uñas y dientes por mantenerse en verde, pero la tempestad no deja de zarandear
sus índices a un lado y a otro. La volatilidad es cortante y no hay nada escrito hoy.