Obama ha dicho que tanto la expansión como el crecimiento impulsado por los bienes raíces de mediados de 2000 fueron impulsados por una burbuja, y que quiere que la próxima fase de expansión descanse en pilares más firmes.
Si la Casa Blanca está asumiendo un crecimiento económico más fuerte, eso implica ingresos fiscales más firmes y una menor brecha en el presupuesto. La propuesta muestra al déficit hundiéndose a poco menos de un cuatro por ciento del PIB para 2014, desde un 10,6 calculado para este año.
¿ALZAS GRADUALES EN LA FED?
Aunque la Casa Blanca espera un crecimiento robusto, su proyección muestra el paro retrocediendo sólo lentamente, promediando cerca de un 10 por ciento este año y retrocediendo a un 9,2 por ciento en 2011. No se espera que baje del seis por ciento hasta 2015.
El Gobierno parece haber elevado su proyección de largo plazo. Muestra la tasa de desempleo manteniéndose en un 5,2 por ciento de 2018 hasta 2020. En las previsiones económicas incluidas en el plan de presupuesto del año pasado, se ajustó a un desempleo de largo plazo de un cinco por ciento.
Algunos economistas privados han elevado sus proyecciones de largo plazo también, argumentando que la última recesión le ha hecho un daño perdurable al mercado laboral.
La Casa Blanca asume que la inflación no representa una amenaza seria en el horizonte de la proyección hacia 2020. Sus cifras muestran al índice de precios al consumidor por debajo del dos por ciento este año y el próximo, manteniéndose a partir de entonces en entre un 2-2,1 por ciento hasta 2020.
Esas serían noticias buenas para la Reserva Federal, que ha recortado sus tipos de interés de referencia a un punto cercano a cero y ha prometido mantenerlos ahí durante un tiempo.
La Casa Blanca parece estar esperando que la Fed normalice las tasas lentamente durante los próximos cuatro años, a juzgar por sus proyecciones de los tipos en la deuda del Tesoro a tres meses.
Para la deuda de largo plazo del Tesoro, la Casa Blanca estima que las tasas de la nota a 10 años se eleve gradualmente a un promedio de un 5,3 por ciento en 2014. Eso parecería reflejar una visión de que el Gobierno de Obama tendrá éxito en bajar los déficits y la deuda lo suficientemente rápido para mantener contentos a los inversores.