Jesús González Nieto, director de desarrollo de mercado de BME


2015 fue un año con mucha tensión. Hay muchos más índices que el Ibex35, que cerró en negativo en 2015, frente al médium  y small cap que recuperaron territorio y llevan tres años creciendo en volumen.  La liquidez de mercado da mucha tranquilidad y con inversores que vuelven a la bolsa.


Los inversores extranjeros son los principales inversores que confían en la bolsa española. Más de un 40% de las acciones están en manos de estos inversores. El siguiente rango serían las familias, que suponen un 26%, y luego otros inversores institucionales, fondos de pensiones, seguros…   La bolsa española es una  bolsa muy abierta al mercado internacional.

La liquidez no sólo es el volumen, es la capacidad de encontrar contrapartida en todo momento con un spread muy cerrado. Dentro de las empresas del Eurostoxx 50, siempre teneos tres compañías en el top5 –Santander, Telefónica y BBVA- y si abrimos el ránking hay más. La rentabilidad por dividendo de la bolsa española supera el 5%. Esto es mucho en comparación con la media histórica y además es superior a la de otros mercados como EEUU o Europa. Aun quitando esto, nuestra rentabilidad por dividendo es tremendamente atractiva.

La bolsa española representa a empresas españolas que se han internacionalizado mucho, tanto que el 65% de la facturación de las empresas españolas se hace fuera de España.   Pero además, en este entorno es importante la diversificación que dan los distintos productos como Latibex, el MAB, Renta fija….Los ETFs son una herramienta que nos parece buena para diversificar y encontrar alternativas sin complicarse. Son muy transparentes y líquidos. La contratación no ha hecho más que crecer desde que se arrrancaron en la bolsa.


En definitiva. Lo que estamos diciendo es que todos los productos cotizados en la bolsa tienen el plus adicional de las supervisión, transparencia, liquidez y diversificación de la que estamos hablando y si a eso añadimos el asesoramiento profesional independiente con un acceso eficiente al mercado, es una “garantía” para ser un inversor satisfecho.

Carmen López, responsable de índices en BME

Hay mucho más que el Ibex35, que es el índice oficial sobre el que operamos peor no es más que una realidad simplificada para medir lo que ha hecho la bolsa española. Por tanto, hay mucho más allá del Ibex35.

¿Cómo se calcula el índice? Es un índice de precios que refleja las variaciones de precios que lo componen. Es un índice de capitalización y muy líquido, que proporciona que sobre éstos se puedan desarrollar estrategias y productos para poder invertir. Factores de liquidez: alta negociación y estrechamiento de las horquillas.  Al hilo de esto va una reducción del coste de transación, con lo que todo son ventajas cuando tanto mercado como valores son líquidos.

Además, el Ibex35 está compuesto por los 35 valores más líquidos. El CAT se reúne cuatro veces al año para revisar la composición del índice (junio y septiembre) y de seguimiento (marzo y septiembre).
                
Carlos García Rincón, responsable del departamento de productos cotizados de SG
La idea es que BME crea y valoran los índices y nosotros tenemos que darles un vehículo de inversión que les sirva como una estrategia de inversión distinta: alcista, bajista, con apalancamiento… Ahí es donde es importante valorar la calidad del emisor.
Entre los productos cotizados, los warrants que entre el 1998 y 2006 únicamente había warrants cotizados  en bolsa española no había otro tipo de producto y esto fue así porque teníamos un escenario en el que claramente había una tendencia definida en el mercado  y era fácilmente replicable a través de un producto que cotiza en bolsa.
Es cuando el mercado no tiene tan clara la tendencia cuando se tienen que crear otros productos. Lejos de lo que sucede en  otros mercados europeos pero más cerca de lo que pensábamos hace unos años.
Los productos cotizados, si vemos las cifras de negociación, vemos cómo la contratación en productos cotizados se incrementó un 34%,  que supone multiplicar x 3 el buen comportamiento que mostró la renta variable el año pasado. En el caso de SG, el aumento en la contratación de sus productos superó el 64%, con lo que en términos relativos ampliamos esa diferencia frente a los competidores.

Los tres factores a tener en cuenta son:  el perfil del inversor. Cuál es la aversión al riesgo. Esto es lo que hace la psicología del inversor, conocer qué tipo de inversor soy. A partir de ahí, el segundo escalón debería ser la gestión monetaria y por último, el método de trading. 

Con esto ¿qué productos hay en mercado? Si creo que el mercado va a subir o bajar, los Multi, Turbos o los Warrants permitirán apalancarse sobre esa tendencia. Con Stayhigh, StayLow o Inline permitirán posicionarse pero no con idea de dirección de mercado sino con una simplificación de la inversión en base a un nivel determinado.  Por último, los ETFs que permiten replicar el comportamiento de índices que son los que hemos visto en la familia Ibex todos ellos con un apalancamiento de hasta dos veces.  En un período de 2-3 años podemos encontrar alternativas que cuadren con cualquier producto.

Luis Francisco Ruiz, director de análisis de Estrategias de inversión

En el caso del Ibex35 hay que hacer una analítica de la situación actual. El Inline puede ser atractivo en un momento como el actual. Si vemos el análisis Top-Down y afinamos qué es lo que puede hacer en el medio plazo.  El entorno actual muestra que las  bolsas europeas lo han hecho bastante mal pero desde un punto de vista económico no están tan mal. La bolsa va más rápido de lo que va la economía y a veces ésta le da unas veces la razón y a veces se la quita.

En agosto del año pasado la economía aguantó y todas las correcciones han supuesto una oportunidad de compra. A día de hoy, si vemos el S&P500 no vemos una corrección excesiva. Cuando analizamos los índices de actividad empresarial y los agregamos, se ve que tanto empresarios como consumidores presentan un deterioro muy alejado de los niveles de 2000-2008.  No se puede decir que a día de hoy estemos en un techo de mercado.

De hecho mirando los datos del FMI se ve que la economía seguirá en ciclo expansivo, perspectiva de crecimiento del 3,4% en el PIB mundial. Para 2017 crecimiento del 3,6%. Es paradójico que China mantiene expectativas de crecimiento muy elevadas y creo que la revisión se ha hecho con mucha fuerza especialmente en los países que tienen intereses de petróleo. Sin embargo, en el resto de países las previsiones económicas se han aguantado bastante bien.

Eso  está generando obviamente que se abaraten los costes de producción y haya más renta disponible. Es cierto que obviamente es una transferencia brutal de riqueza de unas empresas a otras y esto se ha hecho de forma muy acelerada, lo que distorsiona al mercado. De primeras, las petroleras lo pasan mal – el high yield ha repuntado – y todos aquellos países que tienen grandes fondos soberanos con exposición a renta variable vendieron el año pasado 200.000 millones en renta variable y este año se espera que esta cifra se incremente. Con lo que la caída del mercado se puede deber más a un ajuste de crecimiento de mercado que a un cambio de ciclo económico.

A día de hoy el consenso de mercado nos dice que el PIB crecerá y parte de ese crecimiento llegará por un incremento de la confianza del consumidor.  

En España, las empresas del Ibex35 muestran que el 75% de las empresas incrementan beneficios y ventas respecto al año anterior. De media, es cierto que ArcelorMittal ha presentado unas pérdidas muy abultadas pero ponderando el resto de beneficios en función  a su peso, están creciendo en torno a un 12% los  beneficios y un 3% las ventas. En términos de valoración, la bolsa española tiene un PER que ronda las 14 veces a día de hoy, que es un PER típico de una economía en contracción.