"Si quiere mejorar las expectativas de los mercados sobre su capacidad para impulsar el crecimiento y reducir la deuda dentro de los límites de la eurozona, debe sorprender positivamente a los inversores con un programa de reformas fiscales y estructurales ambicioso y radical", señala la calificadora.
España, recuerda la agencia, "tiene un compromiso con la disciplina fiscal, así como un sólida demostración de medidas recientes adoptadas para cumplir sus objetivos fiscales". La deuda publica en España alcanzará este año el 72 % del PIB, una cifra que se mantendrá estable pese al encarecimiento de las ultimas subastas.
La agencia no oculta que existen riesgos que ponen en peligro las perspectivas españolas, debido a la intensificación de la crisis de la deuda europea, a la subida de su propia prima de riesgo, y al recorte de las previsiones de crecimiento. Otro de los grandes riesgos que podrían impedir a España cumplir con los objetivos de déficit son las comunidades autónomas, que en la primera parte del año contribuyeron al déficit con el 1,2 % del PIB.
Esta cifra está levemente por debajo del objetivo de déficit para todo el año, y la agencia deduce que el Gobierno central deberá ser más exigente con sus medidas para poder cumplir el objetivo del 6 %.