Damián Querol, director de análisis de Banco Gallego, admite que su perspectiva es “alcista en Wall Street debido a que hay catalizadores, como la próxima compra de bonos de la Fed, las medidas de estímulo tomadas por Obama y que la desaceleración del crecimiento puede estar tocando suelo”, si bien, el experto no descarta “algún recorte en el corto plazo”.
En España, “la presentación de resultados empresariales puede superar las expectativas, ya que se han ido reduciendo por los malos dato macro, pero las perspectivas para las ganancias del próximo año que presenten las compañías españolas pueden ser negativas y, por ello, dar lugar a que en el corto plazo haya retrocesos en el Ibex 35”. Estas caídas “deberían ser aprovechadas para tomar posiciones porque los indicadores europeos pueden marcar máximos en los próximos dos meses”.
A pesar de los miedos que levantan los periféricos europeos “se están haciendo las cosas bien, hay medidas de contención”. En el caso de Irlanda, último país al que Fitch le redujo su calificación, dice que “si bien su déficit puede estar en el 30% para este año, sus necesidades de liquidez hasta final de año están cubiertas con los 25.000 millones que tiene en caja”.
Recomendación
El experto aconseja para el medio-largo plazo “ir tomando posiciones en renta variable poco a poco, aprovechar la alta rentabilidad de los depósitos bancarios, bonos de alta rentabilidad de empresas de primer nivel internacional y compañías con alta rentabilidad por dividendo”.
En el corto plazo “comprar ETFs inversos sobre el Ibex 35 o el EuroStoxx 50 si los índices no rompen resistencias y los resultados empresariales no son muy positivos”.
Como inversión alternativa propone “ponerse alcistas de tipos de interés en el ‘bund’ alemán con un ETF inverso sobre el bono germano de cara a obtener una rentabilidad entre el 7% y 8% en 8 meses”