Esta última posibilidad ha puesto en alerta a los compradores de deuda y ha hecho que los tipos a los que el tesoro español coloca su deuda, se incrementen en las últimas subastas. A pesar de todo, el gobierno ha logrado reducir su déficit y los bancos españoles se ven capacitados para asumir los préstamos hipotecarios de dudoso cobro. Según Pablo Vázquez, economista de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, "Europa puede asumir la ayuda a Irlanda, incluso podría diseñar un plan de rescate para Portugal, pero no podría salir al rescate de España. Así que la última defensa que le queda al país es que es demasiado grande para caer, y que representa un riesgo sistemático para el euro".
La preocupación de los inversores se refleja en los tipos de los bonos a 10 años, que siguen incrementando su diferencial frente al Bund alemán (ayer este diferencial se situó en los 259 pbs, la mayor distancia desde la entrada del euro). Dichos spreads
La ministra española de economía, Elena Salgado, insistió en el día de ayer que "España no necesitará ningún tipo de ayuda" y añadió que "estamos en la mejor posición para resistir cualquier ataque especulativo". En realidad, algunos analistas consideran que la fuerza de la economía española radica en que una gran parte de la deuda emitida (en concreto 203,300 millones de euros), está en manos de sus propios bancos. Por lo que si las condiciones financieras empeoran, los bancos españoles tendrán un mayor incentivo para ayudar a la colocación de dicha deuda.
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