Wall Street celebra el plan de rescate bancario con subidas. El pasado 10 de febrero, el S&P sufrió una caída del 4,9% después de que el Secretario del Tesoro Timothy Geithner no explicara de forma concreta los detalles sobre este plan. Hoy ya se ha detallado y para Sara Pérez Frutos, directora de Dracon Partners se trata de un plan “ambicioso” que consta de casi un billón de dólares que “se va a destinar a comprar los activos tóxicos de los bancos”. Es decir, “esos activos que ahora mismo nadie quiere comprar, van a poder contar con un mercado secundario que se va a dotar de liquidez y los bancos van a poder dejar de estar quebrados al quitarse estos activos que no tienen precio”. Explica la experta que además de contribuir el Tesoro, también lo podrán hacer las entidades privadas. Esto permitirá “dinamizar un poco el mercado, desbloqueando la situación actual de las entidades financieras dándoles una vía de escape que evitaría la quiebra”. No obstante, Sara Pérez Frutos afirma que este plan “no es la mejor solución, pero de momento es la única”. “Lo que está claro es que se trata de una cantidad ingente de dinero para dotar de liquidez a un sistema que ya tiene los tipos de interés a cero, que ya tiene líneas de crédito abiertas y que aún así, no termina de reaccionar”.
La directora de Dracon Partners señala que en este entorno “estamos empezando a ver muy tímidamente como la economía real parece que va reaccionando a esos planes de inyección de dinero del plan Obama pero la clave de todo está en el sector financiero e inmobiliario”.
“Si empezamos solucionando el sector financiero habremos ganado por lo menos la mitad de la partida a esta gran crisis”.
Con los rebotes de los últimos días “empezamos a ver en los mercados que hay ganas de comprar”, no obstante “no sabemos si hemos tocado el suelo, pero al menos vemos que el mercado se está comportando de una forma medianamente racional, lo cual es ya más de lo que hemos visto en los últimos seis meses”. “Si el peor de los escenarios era pensar que los bancos podía quebrar y ya se empiezan a argumentar vías para que no lo hagan, pues por ejemplo Citigroup que valía hace cuatro meses 20 euros y que ahora está en 3 euros, pues puede llegar a valer 4 ó 5 euros”. Por lo tanto afirma que
“poco a poco va habiendo un soporte en el mercado”.
En este escenario, aunque posiblemente se pueda estar haciendo suelo, la experta no recomendaría aún comprar grandes bancos ya que tendiendo la vista en el medio plazo “el problema de comprar grandes bancos es que por ejemplo si hablamos de España, el Santander va a ser muy difícil que vuelva a valer en el largo plazo los 12 euros que valía antes de la crisis, porque los precios de bolsa descuentan los crecimientos de beneficios”. Teniendo en cuenta que
“ahora mismo en España apenas se están dando créditos, y aunque el Santander la mitad de su beneficio lo tiene en el extranjero, es difícil que en este año y en el 2010 su beneficio crezca”. A lo mejor “seguirá ganando dinero, pero no va a crecer”. Con lo cual explica que “subirán igual que lo harán el resto de valores porque entrará dinero”, pero no quiere decir que también lo hagan “por valoraciones, ya que ahora son muy difíciles de realizar”.
Por lo tanto, Sara Pérez Frutos afirma que “no son la mejor inversión igual que tampoco lo es Telefónica”, porque argumenta que “en un entorno de crisis, lo primero que hacemos todos es controlar la factura de nuestro móvil”, por lo tanto afirma que “los ingresos de Telefónica no van a crecer a tasas del 15 ó 20%, ni sus beneficios tampoco”. Con lo cual recomienda que si que estaríamos en unos precios baratos pero “tampoco en unos precios escandalosamente baratos”. Recomienda “muchas prudencia y fijarse en esos valores que por su propio negocio están creciendo en beneficios”.
En el caso de la bolsa norteamericana, para los especuladores recomendaría “dos grandes sectores: el financiero y el automovilístico”. También afirma que si los norteamericanos vuelven a recuperar la confianza, “una buena apuesta para este año podrían ser los sectores de consumo”. Sin embargo añade que “aún nos quedaríamos fuera de la parte inmobiliaria, porque todavía tiene su riesgo y su peligro ya que no vemos todavía que su suelo se haya realizado”.