En los primeros meses de 2010 prosiguió la mejora gradual de la economía española, en un entorno caracterizado por la progresiva recuperación de la economía mundial, la continuación de los efectos de
Por el lado del gasto, la demanda nacional atenuó su ritmo de descenso, hasta el ?2,6% (?5% en el período de octubre-diciembre) y la demanda exterior neta redujo su aportación positiva, hasta 1,4 pp (2,2 pp en los tres meses anteriores), con una recuperación tanto de las exportaciones como de las importaciones. Los planes de apoyo al sector privado incidieron en la reactivación de algunos componentes del gasto, en particular del consumo de los hogares, aunque su impacto se ha ido reduciendo, mientras que la finalización de los proyectos vinculados al Fondo Estatal de Inversión Local se reflejó en un cierto retroceso de la inversión en construcción no residencial.
En sintonía con este panorama,
En el panorama económico internacional se prolongó el proceso de reactivación, que, como viene ocurriendo desde que se iniciara, mostró ritmos diferentes entre países y regiones, destacando la recuperación en las economías emergentes asiáticas y latinoamericanas, si bien Estados Unidos contribuyó también de forma decidida al crecimiento del PIB mu ial. No obstante, en la evolución de las economías desarrolladas subsisten factores que representan lastres y riesgos para la recuperación, entre los que cabe destacar la debilidad del mercado laboral y el deterioro generalizado de las posiciones fiscales.
Por su parte, la inflación mundial repuntó en estos primeros meses como consecuencia de los incrementos en los precios del petróleo y de las materias primas, si bien las expectativas sobre su evolución futura continúan siendo moderadas. Por último, la tendencia a la estabilización en los mercados financieros internacionales, aunque se afianzó en numerosos segmentos, se interrumpió a partir del mes de febrero como consecuencia de la crisis fiscal en Grecia; esta generó diversos episodios de inestabilidad, que alcanzaron particular severidad en la segunda mitad de abril, sobre todo, en la zona del euro. En sus fases iniciales, estos se localizaron en los mercados de deuda soberana, pero, con posterioridad, se propagaron hacia los mercados bursátiles y cambia os.