Por otro lado, el informe afirma que las políticas darán menos soporte al crecimiento de 2010 en adelante, y subraya que, aunque se ha aprobado para 2010 una subida de impuestos que supone un endurecimiento fiscal equivalente al 1% del PIB, la corrección global requerida para alcanzar el objetivo de déficit por debajo del 3% marcado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) es de cerca de un 9%.
Con respecto a los precios, el banco prevé que proseguirá la "desinflación" y habla de la necesidad de ajustes sobre los precios para mejorar la competitividad y apoyar a las exportaciones. Concretamente, prevé un incremento de la inflación del 0,8% para 2010 y del 1,1% para 2011.
RECUPERACIÓN GLOBAL SÓLIDA Y SOSTENIDA
El informe es mucho más optimista con el resto de economías de la eurozona y con Asia, EEUU y Japón, áreas en las que prevé una recuperación global sostenida y sólida de cara a 2010.
"Después de la recesión global más severa en décadas, esperamos ahora una sostenida pero desigual recuperación global. Casi todas las grandes economías salieron de la recesión durante el segundo y tercer trimestre y ahora hemos realizado más mejoras de las previsiones que empeoramientos", destacó el responsable de mercados desarrollados de Citi, Michael Saunders.
De hecho, Saunders explicó que ha elevado sus previsiones de crecimiento para 2010 para EEUU, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Hong Kong, Corea, Argentina, Hungría, Polonia, República Checa y Turquía.
La recuperación será "sólida" en EEUU y más gradual a medio plazo para Europa y Japón, destaca Citi, que augura también un buen momento para las economías asiáticas, especialmente china.
El informe pronostica tipos bajos en el ejercicio 2010 para "minimizar riesgos" ante la naturaleza no probada de las medidas anti-crisis y su desconocido alcance, y augura niveles de inflación bajos que permitirán a los bancos centrales mantener en niveles cercanos a los actuales el precio del dinero.
No obstante, la disponibilidad del crédito seguirá siendo "pobre" durante un largo periodo de tiempo en un nuevo escenario para los bancos, que además, tendrá que cumplir con nuevos y más severos requerimientos de capital.
El informe habla también de la necesidad de corregir unas tendencias fiscales "insostenibles" para evitar problemas y de realizar unas estrategias de salida exitosas "sin crear inestabilidades adicionales ni perjuicios sobre las futuras perspectivas de crecimiento.