****La manipulación de estadisticas o de cifras es algo común en nuestro medio. Apelar a los guarismos, al menos en principio es una forma de darle credibilidad a nuestro discurso, dado que las cifras o las estadisticas conferirían precisión. Pero hay gente que se empecina en usarlas para engañar y/ o confundir, puesto que las emplea fuera de contexto.
Para mencionar estadísticas es relevante saber quien las recopiló y con cual procedimiento, cuantas personas constituyeron la muestra para la misma, cuál fue su proceso de selección, qué preguntas concretas se hicieron, cómo exactamente se formularon las mismas y, si en las entrevistas no se emplearon técnicas como: apelación a la lástima, apelación a la culpabilidad, apelación al miedo, apelación a la sinceridad o, en general, argumentos aparentes.
Sin embargo, la oposición, que ha demostrado tanta habilidad para el entretejido de la conducción de las comisiones en el Parlamento, tiene la oportunidad histórica de cumplir con una de sus promesas preelectorales e impulsar un verdadero cambio en el Indec, que implique el llamado a concurso de los funcionarios con poder de decisión y una verdadera autonomía respecto del humor del funcionario de turno.
Así lo pidieron los representantes de la universidad pública a los que algunos sectores progresistas tildaron de “soberbios” en los últimos días.
****Cuando en enero pasado las autoridades decidieron intervenir el INDEC, diferentes especulaciones comenzaron a circular en torno a las razones que habrían llevado a esa determinación. En especial, porque la intervención se concentró en la manipulación del índice de precios al consumidor (IPC). Tres motivos aparecen como los más evidentes.
El primero, y sin que ello implique un orden de prelación, apunta a la importancia de desactivar expectativas negativas sobre el comportamiento futuro de los precios que, en un año electoral, podrían dañar la imagen positiva del gobierno.
****Economistas, empresarios y políticos que fueron consultados por el diario LA PRENSA sobre la manipulación que ha hecho el régimen de Daniel Ortega de algunas estadísticas para engañar a la opinión pública —tratando de hacer creer que ha reducido la pobreza en Nicaragua—, advirtieron que esa manipulación pone en riesgo “la credibilidad” del Gobierno ante los países donantes. Pero, ¿cuál es la credibilidad que tiene este Gobierno? ¿Acaso los representantes de países como Estados Unidos y la Unión Europea, no le han retirado la confianza al régimen de Ortega y con ella importantes programas de ayuda financiera?
Fuente: www.lacartadelabolsa.com