Además, la eléctrica cuenta con el compromiso de Mediobanca, JP Morgan y Banca IMI para ejercer de coordinadores globales de la ampliación y para participar en la operación con un máximo de 5.500 millones.
Para realizar esta operación, la eléctrica deberá además modificar el artículo 5 de sus estatutos, en el que se recogen aspectos sobre su capital. Desde 2004, Enel ha venido realizando anualmente algún tipo de ampliación, pero todas de menor envergadura y para responder a necesidades concretas.
La deuda del grupo italiano se situó en 49.967 millones a final del pasado ejercicio y se ha convertido en la principal preocupación de los directivos de la compañía, que pondrá además en marcha un plan de desinversión por 10.000 millones de euros.
"La operación permitirá a Enel reducir su nivel de endeudamiento y mejorar el ratio entre deuda financiera y márgenes brutos, lo que a su vez hará que la matriz mantenga sus actuales rating y consolide su posición estratégica", añade la eléctrica.