A su parecer, el Santander, que cuenta con un total de 25 millones de clientes en Reino Unido, está "muy bien posicionado" en este mercado gracias a su aplicación de un modelo bancario muy diferente al inglés, combinado con la prudente gestión del riesgo y de la liquidez, y el progresivo crecimiento de los márgenes comerciales, que las entidades financieras británicas "habían olvidado en los últimos años".
"Tenemos la oportunidad y la trayectoria de gestión para seguir mostrando mejor comportamiento" que el resto de competidores, pese a las difíciles condiciones económicas", insistió el directivo. Según los datos que maneja la entidad, el beneficio de la banca inglesa caerá en conjunto un 32% a lo largo del ejercicio 2009, mientras que en los tres primeros meses del año, los del Santander crecieron en la misma proporción.
LA PRIORIDAD, UNIFICAR LA MARCA.
Al ser preguntado sobre la posibilidad de que el Santander aproveche la situación de debilidad de algunos competidores en Reino Unido, así como los deseos del Gobierno británico de privatizar las entidades nacionalizadas, como Northern Rock, el ejecutivo hizo hincapié en que la prioridad del grupo es la eliminación de sus marcas locales y su sustitución por la firma Santander, así como avanzar en la integración de la gestión para avanzar en las sinergias de costes.
"Buscamos incesantemente la eficiencia en cada mercado en el que actuamos para ofrecer el mejor servicio al cliente sin perjudicar la rentabilidad para el accionista", indicó el consejero delegado del Santander en Reino Unido, mercado que representó el 18% de los ingresos totales del grupo durante el ejercicio 2008.
Con las últimas compras llevadas a cabo en Reino Unido, el grupo aspiraba a alcanzar un 10% de cuota en los principales mercados en los que opera y obtener una masa critica, objetivo que ha logrado tanto en hipotecas, como en depósitos, cuantas bancarias y oficinas, hasta lograr en conjunto una cuota de mercado del 11%.