Por contra, Lloyds TSB, como se denominaba la entidad antes de la fusión, logró unos beneficios de 807 millones de libras (cerca de 904 millones de euros), aunque esas ganancias fueron un 80 por ciento más bajas que en el ejercicio anterior.
Pese a que el Lloyds Banking Group tiene previsto anunciar pérdidas este año como resultado de las deudas incobrables de HBOS por la crisis crediticia, Blank defendió la fusión, que contó en su momento con el beneplácito del Gobierno laborista.
"Seguiré trabajando hasta que mi sucesor sea nombrado para garantizar la exitosa integración de los dos bancos. Ésta sigue siendo, en el medio plazo, una oportunidad de revalorización única", subrayó el todavía presidente.