El fondo podría aprobarse en un pleno extraordinario el próximo 8 de julio, donde también podría abordarse el techo de gasto. La ministra confió en que el fondo se apruebe con el "máximo consenso".
"EN EL MOMENTO ADECUADO".
Salgado también recordó que el Ministerio llevaba trabajando "bastante tiempo" en la elaboración de este proyecto en colaboración con el Banco de España, que es un proyecto "muy complejo" y que se aprueba es un momento adecuado para iniciar las reestructuración, ya que España no ha aportado grandes cantidades de dinero a ayudar a la banca, como han hechos otros países.
"Estamos en una situación inmejorable en cuanto a las ayudas que pueden prestar para reforzar el sistema financiero de cara al futuro", subrayó la ministra, quien incidió en que el Gobierno va a garantizar que las entidades puedan cumplir su papel en una economía de mercado, que es dar créditos a las familias y empresas.
Asimismo, resaltó que en ningún caso el retraso en la aprobación del FROB ha perjudicado a la banca española, sino que esta medida pone "en valor la solidez del sistema financiero español y su modelo de supervisión".
En este sentido, recordó que en el último consejo europeo y en el último Ecofin se adoptaron "muchos de los criterios que ha venido utilizando el Banco de España y que han producido que la situación de España comparativamente de las entidades financieras españolas sea mejor".
El FROB tendrá una dotación inicial de 9.000 millones, aportado en dos terceras partes por el Gobierno (6.000 millones) a cuenta de los fondos no utilizados del Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF), y en un tercio por los FGD (2.250 millones). Sin embargo, tiene una capacidad para endeudarse de hasta 90.000 millones
Salgado explicó que el proceso de reestructuración que se contempla tiene tres fases, la búsqueda de una solución privada por parte de las propias entidades de crédito, proceso que no está regulado en Real Decreto-Ley; la adopción de medidas para enfrentar debilidades que puedan afectar a su viabilidad con participación de los Fondos de Garantía de Depósitos y los procesos de reestructuración con intervención del FROB.
En este sentido, resaltó que cuando existan debilidades en la situación de una entidad que pudieran poner en riesgo su viabilidad y determinaran la conveniencia de acometer una reestructuración, deberá presentarse, a iniciativa de la entidad o de oficio por el Banco de España, y en el plazo de un mes, un plan de viabilidad para superar la situación.
El plan tendrá que ser aprobado por el Banco de España, que podrá modificarlo en lo que fuera necesario y contemplará posibles actuaciones, como reforzar el patrimonio y la solvencia de la entidad, su fusión o absorción o el traspaso total o parcial del negocio o unidades del mismo.
BAJO CONTROL PARLAMENTARIO.
Asimismo, resaltó que el plan no está diseñado pensando en unas entidades específicas, como las cajas de ahorros, sino en el conjunto del sistema financiero, y que el objetivo es procurar la utilización más eficiente de los recursos públicos.
Salgado también resaltó el control que seguirá el fondo, que estará controlado por el Banco de España, ya que se remitirán informes al Ministerio de Economía, el secretario de Estado de Economía comparecerá con carácter trimestral en la Comisión de Economía del Congreso y el subgobernador del Banco de España acudirá al Parlamento en los treinta días siguientes a la intervención de una entidad.
"Se dará la máxima transparencia en la información y en el control de la utilización de los fondos públicos", apostilló.