Según el rotativo británico, el "régimen de administración especial" que estudia el Ministerio de Transporte para BAA sería similar al que rige otras actividades como las relacionadas con el suministro de agua y de energía.
El problema radicaría en que esta regulación impediría a los "bonistas" y acreedores ejercer su derecho a designar un administrador en el caso de que quisieran vender los títulos y recuperar su dinero.
El diario asegura también que los "bonistas" han contratado los servicios de un grupo de asesores financieros, Reynolds Partners, debido al "creciente temor" a que se produzca ese cambio normativo.
El gestor aeroportuario británico ha sido acusado por la Comisión de Competencia de posición monopolística y ha exigido que venda tres de sus aeropuertos.
BAA presentó esta misma semana un recurso a esta decisión en el que alegó que uno de los miembros de la Comisión no es imparcial por tener intereses en un grupo que aspira a la compra de Gatwick, aeropuerto que puso en venta antes de que fuera obligado a ello.
El propio consejero delegado de Ferrovial, Joaquín Ayuso, reconoció en un acto celebrado el martes en Londres que la empresa ha tenido que ir sorteando diferentes "obstáculos" tras la compra de BAA.
Según el diario, el Gobierno británico ve "con creciente nerviosismo" la situación financiera de Ferrovial debido al "fuerte apalancamiento" con que opera por "la congelación del mercado crediticio y a la caída del número de pasajeros".